"JORGE ALBERTO" (ha caído porque es así)

La mayoría de vds. conoce a Javier Capitán por "El informal", "La mañana de TVE", y otras intervenciones televisivas. Otros lo recordamos por los geniales programas de "La verbena de la Moncloa" donde, junto a Luis Figuerola Ferreti, daba vida a más de 40 personajes -entre los dos!-. Aznar, González, Suárez, Franco -creo-, un genial Felipe González, etc. pero lo que no sabíamos entonces es que Capitán tenbía dotes de futurista.

Interpretaba JC a un personaje llamado Jorge Alberto. Líder del P-Pijo -"partido popular de los hijos", supongo que debería llevar hache-, J.A. tenía un discurso diletante y epicúreo a más no poder. Pijo por los cuatro costados, desconocemos su físico salvo alguna alusión al jersey de pico atado al cuello. La voz... se lo asguro: era la de él. La de Ric. Una de sus propuestas programáticas era el "Carril Maserati". Se suponía que era un carril especial por donde los coches más rápidos se librarían de los atascos. Decía "Un carril sólo para los Maseraatiiii.... Ferrari.... Mercedeeees -quitando del ciento noventaaaa-" La alusión al 190 era a mi juicio genial: se trataba del primer Mercedes "barato" que por entonces vendía Daimler-Benz. No, entonces no había Infinitis...

Ricardo Costa ha caído, pura y simplemente porque es como es. "El eslabón más débil" dirán. "El que sale peor parado en las conversaciones" añadirán otros. Sí pero no. Era el mejor parado de la instrucción en el TSJ. Y, qué quieren que les diga: si comparamos conversaciones, Camps no sale mejor parado, especialmente si comparamos la falta con el grado de responsabilidad. Además de porque Camps es más importante, a Costa le han cortado el hilo, sencillamente... porque la prensa estatal, literalmente, "ha flipao" al ver cómo es. Así de sencillo. Ambos han salido en programas de TV estatal. Pero el motivo de chirigotas ha sido Ric. Pura y simplemente. Se han lanzado como lobos sobre él. Y ello ha confirmado algo, afortunadamente en mi opinión. Y es algo que he dicho siempre: que los Costa, Torrado, Serra, no aguantarían ni dos telediarios -nunca mejor dicho- bajo la implacable prensa estatal. Incluso la "amiga". Digo esos tres, y añadiría a Rus, Grau, Barberà, Camps, e incluso a G. Pons -de momento aguanta pero siempre capeando mar muy gruesa; también ha sabido moderarse al jugar fuera de casa-. La prensa nacional ha demostrado que presta poca atención a los políticos de "provincias" pero al descubrir a Costa -a buenas horas mangas verdes- se ha frotado las manos. Como en su día lo hiciera con los hermanos de Guerra. Inolvidable la parodia de "Rocco y sus hermanos" de Gallego&Rey. El PP, pues, no se podía permitir ese escranio, después del "warm -up" que habían supuesto los trajes.

Y ello me lleva a un triste corolario. Que la prensa local... también es como es. Costa ha surfeado sobre la actualidad, pero siempre en la cresta de la ola con la adulación constante de los medios locales -sucursales de medios estatales, no lo olviden- donde se le han dedicado infinidad de artículos y editoriales poniéndolo por las nubes en Las Provincias, columnistas de postín le han supuesto "muchas tablas y discurso político", Radio Valencia le dedicaba religiosamente y por motivos que nunca entenderé dos largos cortes diarios llenos de gansadas con escaso interés, y en general era raro ver a alguien cebarse en sus habituales argumentos surrealistas. Nada que ver con la jauría desatada por las metáforas planetarias de Pajín. Costa ha dedicado reiteradamente su pregunta paramentaria en les Corts a hacer mítines contra Zapatero (en lugar de preguntar al MH) y ha hecho comparaciones tan afortunadas como el fin de trasvases con el aborto, rematándolo con "los socialistas se empeñan en dar facilidades para la muerte". Como pueden ver, no se trata de una cuestión de maneras o de tono de voz. Y esta panoplia de virtudes ha campeado -o campseado- al frente del grupo parlamentario que representa el voto del 54% de los valencianos sin apenas un rasguño mediático. ¿De verdad ha necesitado un periódico que lo alababa y proponía como conseller, que se pase del estado "filtarciones" al estado "levantamiento de secreto de sumario" para encontarle defectos? ¿de verdad columnistas que le suponían ese talento estaban tan ciegos? ¿o es que ahora no podemos quedar como tontos?

En definitiva: aguantar apenas cuatro días bajo los focos de los medios de ámbito estatal -de izquierdas y de derechas-, o seis años bajo los locales -de izquierdas y de derechas-. ¿Se dan cuenta?