Peor que antes
A veces es cierto que un disgusto borra otro, que un error hace olvidar el anterior pero sin duda no es una buena estrategia en política.

La cuestión es que el PP valenciano -las siglas PPCV no existen como tales- ha conseguido estar aún peor que antes de la "crisis Costa". Me explico: si el jueves hasta los periodistas más partidarios del PP encontraban sobrados motivos para decir, hablando del caso Gürtel, que "donde el PP tiene un problema es en Valencia", una vez defenestrado el objetivo principal la percepción, lejos de mejorar, es peor.
El esperpento de la destitución, provocado en parte por el pánico a los efectos de la destitución misma, han aumentado dichos efectos de forma exponencial. El posible efecto balsámico de la caida de una cabeza ha sido compensado -de largo- por el asombro causado por la sensación dada. Así, a la tan temida percepción de asunción de responsabilidades -que para los protagonistas simboliza el anatema de reconocimiento de culpa- se han sumado:
-Sensación de disensión interna
-Evidencia de descontrol del partido local
-Enfrentamiento con Madrid
-Engaño a Génova, medios, y los propios protagonistas, centrado esto en Camps.
-Imagen frívola a la salida del comité ejecutivo regional. Es difícil saber qué es peor: las risas entre supuestos ceses y dimisiones, las citas históricas, el salir "todos contentos" o el discurso ante los medios de "qué bien van las cosas en las autonomías del PP".
-La constancia de que Costa toreó a Camps.
-La constancia de que Rajoy doblega a Camps.
-Un indiscutible aire de no estar al tanto de la realidad, lo que no hace sino acrecentar todos los síntomas.
-Para más INRI, un detalle que no escapa a la prensa más de derechas: que ahora son el "PPCV". Algo de difícil digestión para medios y personalidades a los que no les va de País o Comunitat: les suena igual.

En definitiva, con el único rñedito de quedar ante Génova como "unos machotes", cosa de la que ni siquiera se va a poder sacar partido en C9.