HAY CARTAS QUE NO SE PUEDEN/DEBEN PUBLICAR.
Personalmente estoy a favor de la publicación de todo tipo de cartas de los lectores en los diarios. Aunque últimamente el volumen de las "opiniones" dejadas en las ediciones digitales supera del orden de cien a uno las cartas tardicionales -bueno, enviadas por email!- en la edición impresa. Estas últimas tienen el honor de quedar en papel y parecen ser aún un poco más, parte del diario.
Es por ello bueno que los lectores envíen, y los diarios publiquen, cartas muy apartadas de la linea editorial del periódico en cuestión que no debe censurarlas. últimamente he visto ejemplo de ello en los dos diarios locales de la CV.

Sin embargo, hay límites que no se deben superar. Un es el insulto. El otro no me lo había planteado hasta hoy. Asumimos que se ponga a caer de un burro a uno u otro partido. Asumimos incluso que se ponga en cuestión Estatutos o Constitución. Pero... ¿poner en cuestión la democracia? y encima en los términos que siguen. Les remarco lo que me parece inadmisible, aunque todos somos mayorcitos y lo entenderíamos igual, pero es más que nada para que no queden dudas.
Carta extraida de la edición de hoy de LAS PROVINCIAS.

La prolongación de Blasco Ibáñez y el Cabanyal

16.01.2010 -

ANTONIO OBIOL LUCENA

ALBORAYA

Nací en el Cabanyal, concretamente en la calle Horno del Cabanyal, en el año 1943. He vivido en el Cabanyal hasta los cincuenta años y después de ver el barrio como quedó desde que se instauró la democracia, debido a las etnias y las drogas, decidí junto a mi mujer e hijos emigrar a un pueblo.

Antiguamente, los vecinos nos conocíamos, éramos casi como una familia, cenábamos en la calle tranquilamente y nada ocurría, absoluta tranquilidad y protección. Pero llegó la democracia y con ella las nuevas leyes, donde tenían más derechos y protección los delicuentes que la gente de bien. Empezaron las etnias a hacerse dueños de la mayoría de las plantas bajas del Cabanyal con el dinero ganado del producto de la droga y así hasta hacerse dueños casi absolutos del barrio. El parar la prolongación es mas politico que otra cosa y es porque está gobernando el PP. Tengo familia y muchísimos amigos que aún viven en el Cabanyal y están todos a favor de la prolongación. Sólo los partidos opositores están en contra y ni siquiera viven allí, solo por llevar la contra. Yo les invitaría a que se fueran a vivir allí, a Luna, Mónica Oltra y compañía, que ponen muchas pegas y a ver qué les parecería convivir con todas las etnias y drogatas que van a por la droga.

Veamos: creo que ningún medio democrático debe dar la más mínima cancha a actitudes, no sólo antidemocráticas, sino que usen este tipo de argumentos para desacreditar, nada menos que el sistema democrático. Al emnso a este señor no habrá reparos de tacharle de franquista hasta la médula -luego dicen que ya no quedan- y aunque, antes de leerla entera me preguntaba si quedaría claro si vota o no -pese al asco que le da la democracia- y en ese caso qué opción le aprecerí menos mala de entre las ofrecidas por la democracia.
Bien, paree ser que lo que le resulta más parecido a su añorada dictadura franquista es lo que actualmente nos gobierna.
Sin duda el PP local no tiene necesariamente la culpa de tener votantes y/o simpatizantes como éste, si bien queda claro que por alguna razón consiguen que el voto de personajes de este pelaje se decante por la gaviota.
Si yo fuera Rita Barberà o Francisco Camps, escribiría inmediatamente a LP para decir en público que repudio en nombre de mi partido el apoyo de gene así.


En cuanto a Las Provincias, parece que su irrefrenable deseo de aportar argumentos a favor de la prolongación de Blasco Ibáñez les sublima cualquier escrúpulo que les pudiera impedir publicar un montón de mierda como este.
Ya puestos, preferiría que se las inventaran...

PS: es significativo que el autor de la carta se fue del Cabanyal en 1993 (al cumplir "50 años"), pero según él lo hizo "después de ver el barrio como quedó desde que se instauró la democracia". Creo que hay un diferencial de, mínimo, quince años. O bien sólo la llegada del PP+UV al poder le pareció auténtica democracia (lo que descarto pues parece equiparar democracia a otras cosas), o bien realmente lo que le hizo dejar el barrio fue el abandono de este desde que Rita Barberà empezó a gobernar en 1991... Además de facha, incoherente.