¿QUE ES LO QUE PASA? ¿Y TU ME LO PREGUNTAS? ¡LO QUE PASA ERES TU!
Me/les había prometido hacer un análisis pormenorizado y particularizado de la actitud y de la toma de posición de todos y cada uno de los medios de comunicación significativos de la CV, frente a y dentro de la situcación política actual y la que está a la vuelta de la esquina. La falta de tiempo pospone este tipo de proyectos pero voy a lanzar una de esas reflexiones que te salen de golpe.
Tal vez porque sea lo que más me llama la atención, pues el resto es más previsible, me he fijado últimamente en una serie de artículos. Básicamente provienen de lo que podríamos llamar periodismo progresista. Pocos son los que desde la “trinchera” conservadora se lanzan al mismo tema.
Bien, la cosa consiste en decir en lineas generales: “Vale, vale: la derecha es muy mala; pero ¿la izquierad no tiene nada más preparado? Pues uyuyuy, a este paso y sólo con eso no ganan las elecciones..! Y eso que falta, sí que hace.”
Esto se suele aderzar con la falta de liderazgo de Pla, que si el mensaje no llega, que se critica pero tampoco se ofrece alternativa… argumentos estos que sí son empleados a menudo por la prensa conservadora. Esta, mientras, ¿qué hace? ¡es obvio! “apoyar, y apoyar, y apoyar, y apoyar, y apoyar, y apoyar!!!” parafraseando a Aragonés. Y en la misma linea “Lisonjar, y lisonjar, y lisonjar!!”. Podríamos seguir con combinaciones de manipular, tergiversar....
Así las cosas, es obvio que el juego no es equitativo. Abundar en lo de C9 ya hastía, aunque no sólo es ser cierto: es que lo de hoy deja pequeño a lo de ayer.
Pero, a lo que vamos. Con Consell-9 a lo suyo y el resto de cadenas obviando lo que aquí ocurra, parece claro que la batalla se lidia en los demás medios: a saber, radios y periódicos.
Es a la luz de esta reflexión que digo: cuando la prensa progresista se pregunta "qué más tiene que ocurrir", ¿no se dan cuenta de que a lo mejor, ellos son parte de la respuesta?
Ni se me pasa por la cabeza pedirle a El PAIS, la SER o el diario Levante-EMV –va, digamos nombres, qué demonios!- que intenten emular el cada vez más patético nivel de connivencia con el Consell que muestran cada día el diario o la radio de Las Provincias –qué demonios, digamos nombres aquí también- no, por favor! Sin embargo, si uno intenta ser justo, algo habría que hacer. Creo sin embargo que la situación actual es similar a cuando un vaso de tubo rueda tumbado sobre la mesa; y todos se dicen “al final se va a caer” y aunque hay tiempo de sobra, nadie mueve un dedo y se acaba produciendo el estropicio. Puestos a ser coherente, y dado el enorme desequilibrio que produce esta situación, solo cabrían dos posturas.
Una sería contrarrestarlo con una actuación equivalente. Me parecería absolutamente falto de ética, aunque comprendería que algún medio, asumiendo un papel más protagonista en la vida política, se lanzara a ello. No me gusta. Lo puedo tolerrar medianamente siempre que no se caiga en la mentira. Lo hemos visto infinidad de veces en la vida mediático-política española. Sin embargo, es de reconocer a la mitad de la prensa hablada y escrita valenciana que su nivel de “adhesion inquebrantable” es mucho menor que el de la estatal. Un valor que hay que conservar.
Entonces, si no lo quieres contrarrestar, ¿qué hacer?
Pues segunda opción: DENÚNCIALO!
Si el segundo –o tercero, no sé- periódico del PV dedica un día sí y otro también a relamer a nuestros gobernantes locales y a escupir groseramente a los centrales –y a sus correligionarios locales, esa inexistente oposición- no te queda otra que dar fe de ello. Creo que SER, L-EMV y PAIS deben perder el miedo a citar a LP para dar cuenta de lo que hoy en día es una esperpéntica labor de propaganda del PP-CV.
Aunque sólo sea porque, ante la falta de liderazgo de la izquierda y ante el previsible autobombo del PP-CV, tal vez sea lo más destacable de la escena política valenciana. Y no reseñarlo sería una dejación de funciones.
Los medios escritos y sus lectores son vasos comunicantes. Y no se debe descartar que parte de la audiencia diga un día aquello de que "¿cómo iba yo a pensar que lo que decían unos era mentira, si los otros no dijeron nada?"
Dejo para otro día análisis particulares. Como que cueste creer que las páginas de EP-CV sean tan ligeritas o que den cabida a columnistas equidistantes que cambian su discurso según aparezcan junto a Torrent o junto a Torró. O que afamados periodistas sigan acudiendo a patéticas tertulias mañaneras donde a poco que se tercie les hacen callar, u organizando en su propia casa debates que no lo son, entre complaciente conseller/a y complacidas patronales…
Nota (A 26 DE ENERO): lo hasta ahora escrito ya lo estaba desde hace exactamente 9 días. Entretanto, una experiencia que he vivido desde bastante cerca me hizo reafirmarme más aún en lo escrito. Más adelante la evolución del episodio me demostró que la opinión pública puede ciertamente permear en la publicada. No obstante sigo suscribiendo al 100% lo dicho. Aunque tal vez hoy tenga algo más de esperanza...