El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

lunes, enero 15, 2007

DALE MARIANO!!!
Alguno se puede preguntar por qué una gran mayoría de la ciudadanía se posiciona en contra de una "ultra derecha" LePeniana, y sin embargo no tiene esa percepción de la ultraderecha indígena, ni siquiera cuando la tiene delante de las narices. Ni que cuando alguien tilde a algún político de ultra derecha, tal calificación sea admitida de inemdiato.
La cuestión radica en que, cuando alguien tilda de ultraderecha a un partido de extramuros, nos lo dan hecho. Pero ¿nos paramos a analizar el ideario, los argumentos de dichos ultraderechistas? ¿Acaso alguien cree que esos partidos -que fuera de nuestras fronteras suelen anidar en siglas ajenas a los mayoritarios- van recogiendo cada vez más votos a base de cantar "somos malos, Malasombra"?
No. Sí se pasan la vida alarmando de la llegada del peligro de enemigos exteriores. Sí se postulan como única solución. Sí esgrimen a todas horas el "garrotazo y tentetieso" y, lo que es peor, se afirman como únicos con narices de hacerlo. Sí pueden tener las agallas de echar la culpa a un gobierno de un atentado terrorista. Y no con alusiones vagas, sino con frases concretas como "¿cuántos muertos nos costará su próximo error, señor presidente?" Aunque sean del mismo partido que un señor que saltó cual tigre llamando "miserable" a aquel que se atreviera a insinuar que en el atentado del 11-M se hubiera podido pecar de imprevisión.
La derecha pura y dura -no soy yo quien demoniza el término; no más que quien se obceca en autodefinirse "de centro"- , o el extremismo si lo prefieren, funciona a base de argumentos como "claro, como estos son unos blandos, al final esos cabrones acaban poniendo bombas! si se pasan la vida soltándolos a la calle...". Argumentos que, no nos engañemos, son facilones y aceptables sin necesidad de ser un lerdo. Basta con una renuncia a analizar las cosas un pelín más en profundidad. La misma con la que se puede uno creer que un gobierno -central por supuesto- va a derogar un transvase para después fabricar agua y transvasarla al lugar de donde se suponía iba a venir el derogado transvase.
A fuerza de oir burradas, especialmente cuando vienen de personas que deberían ser un poco más responsables, nos acabamos acostumbrando. Unos más que otros, como en todo.