HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO
Lo admito: es agotador. Cualquiera que haya hecho comentario de texto, sabe bien que se gasta más esfuerzo, tiempo y espacio en comentar, rebatir o desmentir una sandez que en decirla.
Si las tonterías vienen exclusivamente de los mandamases, la cosa ya es pesada. Son muchas. Si sumamos las reacciones de la prensa -que es la vía por la que llegan esos contenidos al ciudadano, nadie se encuentra a Camps o Zapatero por la calle y le explica su programa- entones hay que discernir entre la afín al poder y la "rebelde".
En cuanto a la primera, la faena se multiplica: denunciar la manipulación, las trolas, la desvergüenza... al final lo das por descontado y lo dejas.
En cuanto a la segunda, empiezas por denunciar los excesos antigubernamentales si los hubiere, que no es el caso. Sigues censurándole las tibiezas y si al final te tienes que preocupar de cada omisión, te puedes tirar todo el día.
Y, la verdad, el horno no está para bollos.



Miremos la cosa con un poco de perspectiva. En la CV tenemos, básicamente y centrándonos en medios con suficiente difusión para tener una influencia apreciable, lo siguiente: un grupito de diarios conservadores (ABC, EL MUNDO, LA RAZON); un diario naional progresista (EL PAIS) y dos fuertes diarios locales, uno conservador (LAS PROVINCIAS) y otro tradicionalmente progresista (LEVANTE). Aparte, una poderosísima radio que capta más de la mitad de la atención (SER-Radio Valencia), y un conjunto de radios claramente conservadoras que se reparten el resto: Onda Cero, LP-Punto Radio y COPE.
El bloque conservador está a lo que está: a defender a capa y espada al poder local con la salvedad de la edición local de EL MUNDO, que últimamente muestra una cierta dignidad.
Así pues, como variables, sólo quedan la SER, EL PAIS y LEVANTE. No hay más.



Pues bien. Nos podemos ahorrar ya los análisis que oiremos si de nuevo el PP vuelve a ganar la Generalitat en 2011.
En 2007 tuve la impresión de que ninguno de esos tres medios puso especial interés en dificultarle a Camps la consecución de su segundo mandato.
Pues bien, en esta legislatura nos hemos fijado desde el primer día. Si en 2007 cabía dudas de la responsabilidad de los medios en la explicación -o no- de la situación y las opciones, cuatro años después no hay duda alguna.
La conclusión es bastante impepinable: EL PAIS está ciertamente haciendo -desde hace año y medio, antes estaba desaparecido- la labor social que corresponde a un medio de peso en lo que a equilibrar el estado de opinión se refiere.
Radio Valencia y el diario Levante, NO. Y va a ser así hasta las elecciones, no lo duden. Adornarán el producto para haerlo pasar por aquello que se supone que es, pero con esas salvedades, le garantizarán al PP -con Camps o sin él, que aún no lo sabemos- un aterrizaje forzoso pero cómodo y una holgada mayoría absoluta más.



¿Diagnóstico? que así no se puede. Así de sencillo. No con unos boletines de Radio Valencia que parecen copiar sus escaletas de Canal 9, y un Levante haciendo las funciones de diario de derechas -¿un diario beneficcia a la derecha? pues entonces es un diario de derechas- y siguiendo una deriva entre "light" y efectista: si yo fuera director o uno de los subdirectores de L-EMV, me preocuparía seriamente que "lo más valorado" y "lo más votado" del diario que se supone le tiene que poner las cosas difíciles al poder local fuera la operación de pechos de una periodista deportiva.
No hay nada que hacer. Esto no es una demoracia real. Pese a que se supone que en Presidencia van locos grabando programas de radio y leyendo artículos, pese a que el director de LAS PROVINCIAS asegure que Camps está de los nervios pendiente del próximo boletín, NADA tiene que temer el PP de la prensa de "oposición".
Los escándalos de corrupción y la penosa gestión, con errores similares a los del Gobierno entral pero de mayor efecto, no hacen bajar enormemente el electorado potencial del PP.
Si a estas alturas PRISA y EPI no dan signos de darse cuenta de que esto es así porque a Radio Valencia y Levante se les está dando fatal explicar la actualidad valenciana, es que lo están haciendo aposta. No cabe otra.
Si ocurriendo lo que ocurre cada semana, el resumen de los contenidos de diario y radio local es el que es, es porque quieren.


Así las cosas, no cabe pasarse los seis meses de precampaña analizando cada incongruencia, cada ausencia, cada omisión y cada acto de hipocresía servil.
Más vale echar la vista atrás y analizar esas cosas que se han quedado por el camino; eso, sí, bajo esta casi-nueva óptica que, aunque descorazonadora, explica muchas cosas.
Seguir al día la actualidad, me aburre ya.
Que de este análisis acabe surgiendo un poco de ganas de vencer el pesimismo, de aportar algo para que la cosa cambie? ...tal vez. Pero dudo que me haya dejado la piedra filosofal por el camino. Y aún encontrándola, con una radio y una prensa local completamente rendida al poder, de poco o nada servirá.