LOS MEDIOS PASMADOS
Que no los medio pasmados. Me refiero a los medios, y les aseguro que no están medio pasmados, sino pasmados del todo.
Hace poco menos de cuatro años, Camps conseguía su segunda mayoría absoluta. Casi a continuación se producía un curioso fenómeno. Paralelemante a la borrachera de júbilo, peloteo y triunfalismo de los medios de derechas de la CV, los medios progresistas se entregaban sin reservas a un reconocimiento de la victoria conservadora. Una especie de "admitámoslo, son la repera" que ya desde ese instante obviaba a cerca de la mitad del censo que había optado por otras opciones. Explicitado en frases como "pues nada, es lo que quiere la gente", plasmado en cosas tan marcianas como que el casi legendario "No estamos locos" de la SER pasara a llamarse "Locos por Valencia" y se llenara de consellers y concejales casi a diario, cual si de un espacio de promoción del ayuntamiento se tratara. De verdad: es difíil plasmar con pocas palabras la transformaión que sufrió.
En todo caso y en general, lo que podía haber sido una aceptación legítima de una victoria legítima acabó deviniendo en un auténtico pasmo. En una fascinación como si del asombro por que, un programa y unas opciones que anteayer denostábamos hubiera obtenido más del 53% de apoyos, no hubiera otra conclusión que admitir el error, perder todo criterio propio y crítico, y juzgar sólo en función de los votos... y sólo de los positivos.
Al mismo tiempo, el fuego amigo sobre la izquierda política se avivó, aún "post-mortem". Los análisis abundaban en la falta de conexión con la ciudadanía, la pérdida de rumbo... eso sin contar con la crucifixión pública del secretario general del PSPV, a manos del supuestamente principal "medio amigo" de los socialistas.
¿Cuál es la situación, cuatro años después?
Pues bien, la prensa "progresista" -hoy en día se impone el sarcástico uso de comillas- hoy le reprocha a la izquierda -después de que, a los cuatro días, no les sirva el repuesto de Pla por el que antaño clamaron- que siga en las mismas, o peor.
Pero... ¿y la propia prensa? ¿ha progresado algo?
Basta un mínimo análisis para que se vea que el pasmo en que les sumió la victoria del PP, esa fascinación por la cifra de votos y diputados, lejos de ser un efecto pasajero, se ha recrudecido e instalado definitivamente en subconscientes y líneas editoriales.
Con la legislatura partida por la mitad por el caso Gürtel, se ha pasado de un reconocimiento de los méritos electorales y de aceptación social -impropios de una prensa de distinto signo al del partido del poder pero justificables- a unas tragaderas a prueba de bomba. Los dos o tres medios que, supuestamente, no son explícitamente pepistas, han desarrollado un grosor de piel en el que resbalan salidas de tono de Camps y los suyos de lo más variado, mofas a la sociedad y a la propia prensa, actitudes cada vez más antidemocráticas, la exclusión efectiva y definitiva de toda presencia de prensa no adscrita -¡qué paradoja!- en los jugosos medios públicos valencianos -¿cómo pueden soportar sin inmutarse Levante o la SER que C9 haga como que no existen?- y sobre todo un escándalo de corrupción por el que apenas piden cuentas al poder, y cada vez menos. Eso, cuando no se apuntan a teorías defensoras en las que no importa ya jugar las mismas artas de verdades a medias de los periódios y radiotelevisiones de derechas.
¿De verdad que no ha pasado nada en estos cuatro años que les saque de la resaca de los resultados electorales de mayo del 2007?
Estos días abundan los análisis sobre lo increíble que resulta el apoyo que mantiene Berlusconi. A mi, todo me suena.
Camps hablaba antes del eje -qué facha y qué 2ªGM suena eso- Madrid-Valencia-Baleares, ahora habla del Eje Valencia-Murcia.
Qué demonios.. ¡Viva el Eje Roma-Valencia-Caracas!!!
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