El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

miércoles, mayo 27, 2015

ANALISIS ELECTORAL-1

¿Se debe marchar?

Es extraño ver en el PPCV lo que era tan habitual ver en el PSPV tras, prácticamente, cada cita electoral. Ruido de sables, peticiones de dimisión, "división como veréis" en las opiniones, tanto en el partido como en la prensa.
La experiencia demuestra que es relativamente irrelevante que un líder en la situación de Fabra 2015 -o la de Alarte 2011, o Pla 2007- se vaya o no. O más bien, no hay pruebas determinantes al respecto. Por una razón de Perogrullo: al final ocurre una cosa u otra y como cada caso es distinto, no hay manera de contrastar si es mejor irse o quedarse.

No comparto esa práctica muy futbolística -excepción Manchester Ud- de cortar cabezas a la vista de malos resultados. Y en estos casos tiendo a creer que hay que ser prudentes.
Pareciera que toda la carga argumental de la decisión recae, más que en la clásica búsqueda de unidad -que Fabra no parece concitar, como no sea contra él- en la tarea, que se decía acaba y por lo visto no lo está, de limpiar el partido.
Aunque quiero entrar en más profundidad en otro momento sobre la legislatura de Fabra y en particular sobre el capítulo de la corrupción y su actitud respecto a ella, creo que puedo resumirlo en pocas palabras: se ha quedado a medio camino. Ha actuado lo bastante contra ella -léase destapar las vergüenzas, en clave interna de partido- como para encabronar al personal propio, como para hacerles decir que él -y no EU o Compromís- es el principal responsable de que se les vea como partido corrupto. Pero no lo bastante -y hace años que lo digo- como para convencer a la gente de fuera del partido. Y me refiero a electorado -afín o no- y a prensa -afín o no- entre los cuales pocos le han comprado las líneas rojas. Por citar unas cuantas grietas en el modelo, el contraste entre las contundencias según el caso, el estiramiento de la expulsión de las manzanas -presuntamente- podridas hasta el final de la legislatura, la evidencia de que el calendario de bajas respondía más a beneficos procesales que a la voluntad del dedo ejecutor, la falta de valentía de exponerse a quedarse en minoría si era necesario... eso sin olvidar que raro mérito es limpiar un partido desde una cómoda mayoría absoluta cuando casi toda la presunta corrupción gira alrededor de facilidades ilícitas para obtener esa mayoría.

Así pues, la excusa de que debe quedarse para "seguir limpiando el partido" es, como mínimo, tan débil como lo ha sido la limpieza. O lo contrario: si la limpieza ha sido tan grande, ¿qué queda por limpiar? Sea como sea el modelo se cae. Si no sigue cortando cabezas, se quedará para nada. Si caen muchas, se demostrará que la acción contra la corrupción, cuando importaba, se quedó corta. Poco mérito tendrá ahora defenestrar a personas que ya no ostentarán cargo alguno. Es, pues, un papel ingrato. Su empeño en hacerlo le honraría si fuera una decisión propia. Pero uno sospecha seriamente que no es sino el último servicio, la última orden de Rajoy acatada fielmente.

El factor positivo de mantener la cabeza visible del partido es que se evita una "rat race" para sustituirlo. Además, todas las bofetadas, que ahora habrá muchas, le irán a él en lugar de a la persona escogida para la nueva etapa. Pero eso es en teoría: las cuchilladas se producirán soterradamente y las filtraciones interesadas harán que sea en público. Y aunque alguien amortizado como Fabra reciba las "hostias", también las recibirá el partido. Así que lo único que parece se pretende evitar es que llegue "cualquiera" a la cabeza del partido.
En cuanto a las posturas que tomen los medios al respecto, habrá de todo: quien se solace con las desgracias -y lo oculte o no-, quien quiera lo mejor para el partido o algunas de sus figuras por afinidades de toda la vida, o quien lo haga por responsabilidad institucional, digamos. En fin, va a ser difícil leer o escuchar opiniones libres de interés o implicaciones sentimentales. Yo admito haber sido incapaz de hacerlo hace 4, 8, 12 años...

¿Quieren  mi opinión personal? Vaya por delante que carezco de implicación emocional con Fabra o su partido, que a pesar de los pesares el futuro ex MH me parece empero de lo más presentable del PPCV, si no lo más; y que pese a lo que parezca tampoco me voy a solazar con un espectáculo tipo "Walking dead" peleando por la silla y lo que no sea la silla: las postderrotas electorales son muy de devorar a gente viva. A ver, que me reiré si es gracioso, pero no lo deseo especialmente.
Creo que si se queda seguirán las peleas, cada vez más descarnadas, por la sucesión. Si el señor del puro cree que eso mantendrá la imagen del partido impoluta hasta las generales, se equivoca. Si Fabra se queda para cortar cabezas, la imagen de limpieza del partido se verá compensada por el "Ah, pero es que aún quedaba eso?". No creo que convenzan al votante recién fugado -la puerta de salida es un tobogán donde cuesta darse la vuelta- y puede que desanimen al votante recalcitrante. Pero al menos merecerá la pena si deja el partido limpio. Pero es que dudo que ese sea el encargo de Génova. Ah, y que tampoco descarte que "le hagan un Pla". ¿Que qué es eso? consulten hemeroteca.
Si se va, lo lógico será una gestora. Para empezar, a ver a quién ponen -la gran duda incial a poco que la prensa conservadora evocó el relevo- y además la pelea interna seguiría. Todo esto, a menos que a Arriola se le ocurra "Mariano, ¿qué tal si haces unos cuantos congresos regionales antes de las generales, así con primarias y todo para que nos quiera ese de Siudatans? por ejemplo en un sitio con playa como Levante..."

Vamos, que no sé qué será mejor pues desconozco cómo pueden evolucionar las variables. Pero me temo que Rajoy optará por hacer que el administrador concursal termine su labor, y eche a uno o dos pero sin pasarse. Porque lo que le importa son las generales y cree que eso es lo que menos estropeará el panorama. Pero se equivoca: la sensación de inactividad puede terminar de desanimar a esa mitad de votantes "espartanos" que les han quedado. Quizás hubiera valido para una derrota también sin mayoría absoluta, ni con C's, pero con 37 o 40 diputados. Pero no para este erial que por lo que se ve, no habían contemplado.

Es llamativo que el PP de Génova, no digamos ya el de Quart, no tuviera -como ya le pasó hace 46 meses- un plan B. Una figura consensuada para sustituir a Fabra. O quizás lo tenía pero ha quedado socarrado/a por los resultados. Pero es que eso también debían haberlo previsto. Pero vamos, seguramente, igual que en 2011, el único que conocía el plan B era Rajoy. Y probablemente se equivocará, como hace 4 años.