NO TENEIS(-EMOS) REMEDIO
Nadie. Ni la prensa, que ya ha demostrado lo suyo, ni el consell que repite, ni la oposición ni el electorado; dividido este último entre apoyar a un consell a punto de desfilar por el banquillo (en algunos casos, y doy fe, plenamente conscientes de ello) o quedarse en casa pese a estar hartos. Al menos una parte de este electorado ha demostrado algo de movilidad hinchando las opciones de la oposición local.
En este instante estoy viendo a Mercedes Alonso, flamante alcaldesa de Elx. Están confirmando que en efecto renunciará a su sueldo para dárselo a las familias necesitadas (conmovedor) pues, recordemos, dijo que "quien sí quiere un sueldo es porque está en la política para hacer negocios sucios". Que nadie le pregunte ni se pregunte si esa misma premisa vale para sus compañeros de partido Camps o Barberá, indica lo bajo que vamos cayendo...
Al consell, como indicaban hoy en la SER, le ha bastado pasar del 22M para que el 15M les moleste. En realidad no es así: ya lo demostraron a través de sus tertulianos delegados. Que se reunieran enfrente del sagrado ayuntamiento en lugar de la Delegación de Gobierno ya les ponía más que nerviosos. Ahora, son peligrosísimos: imaginen que el TSJ decide imputar a un buen número de flamantes electos del PP por delitos relacionados, precisamente, por acudir a las elecciones haciendo trampas. ¿Y si el 15M empieza a ser un poco más concreto y les sitúa en el punto de mira? cosa que por otra parte sería lógica.
La oposición, qué quieren...
La prensa ya apunta a que los otros dos grupos ayuden al PP a formar mayoría cualificada. Confío en que no sea así...
En lo tocante al PSPV, no sé qué me desarma más: la falta de autocrítica de Alarte o que se haya batido (a la baja) el record de tardanza en afilar hachas tras la derrota. Todo muy previsible. Probablemente, a la vez que las cuotas de pantalla y de respeto en los medios, ese tiempo de espera es proporcional al porcentaje de votos. Por ello el siguiente paso siempre es peor, porque, por si no se da nadie cuenta, estas cosas contribuyen a rebajar más el suelo electoral. Es como una canica que gira dentro de un gran embudo. A cada giro, el radio es menor y más bajo. Y no hay forma de salir. Por válidos que sean los nuevos candidatos y por mucho que se renueven las ideas en un Congreso extraordinario, en el mejor de los casos ello puede dejar convencida a la militancia (aunque sea al 100%) pero difícilmente dejará contento al reciente electorado (que por si nadie lo recuerda ha votado a lo que hay), y con toda seguridad aumentará las razones para huir, del electorado ajeno, por "ex-propio" que sea.
Y no me malinterpreten: no lo digo por el congreso en sí, sino por el heho de que se fuerce el mismo on la ya clásica esena de "sang i fetge". El escarnio está asegurado para mayor gloria del consorcio de medios, que por tercera vez en apenas 3 años repetirá el esquema de ensalzar al sustituto para empezar a atizarle al día siguiente de subir.
La comparación con la versión estatal no es válida: en este caso, el líder ya ha dicho que se va. Para el PSPV, puedo entender que se plantee todo lo que se quiera. Puedo incluso entender que los que se postulen parezcan mejores candidatos (ya habrá tiempo en cuatro años para que el equipo médico habitual les dé barniz mate, no se preocupen), y hasta compartirlo. Pero brindar a las fuerzas vivas que están esperando carnaza para atizar más al socialismo valenciano, la ocasión y los argumentos para hacerlo, es un eror de libro. Estas cosas se proponen en privado. Si le mueven la silla a Alarte, caerá: eso es obvio. Como votante progresista no puedo entender que no se las arreglen para tratar el asunto con discreción: oye, creemos legítimamente que deberías irte. Si no nos dejas otra opción, pasará esto. Aunque dudo seriamente que en plazo tan breve esto haya podido ocurrir, me siento decepcionado ya sea porque no ha habido capacidad para plantearlo o porque Alarte no lo haya aceptado. La verdad es que me importa poco y el fallo es compartido.
Pero dar ocasión a la pléyade de manipuladores de cámara de C9 de recordarle a Alarte sus promesas de dignidad (en estos momentos Carrau lo repite cada dos minutos aproximadamente) mientras obvian lo que todos sabemos, y que dé la impresión de que esto ocurre con el beneplácito de siquiera un sólo militante del PSPV, es un regalo al PP que ningún votante merece.
Produce arcadas oir por primera vez a Carrau llamar "també als votants i militants socialistes" a participar en sus ridículas encuestas por primera vez (no recuerdo que lo hiciera en otras ocasiones, menos en temas relacionados con el caso Gürtel) o a Zaragüeta preocuparse por primera vez de citar a Manolo Mata. Como si uno sólo de los representantes del PSPV le hubiera merecido ningún respeto hasta ahora.
PERO...
Esto no quiere decir que Jorge Alarte merezca una confianza infinita y que quienes reclamen su cabeza no tengan toda la legitimidad que puedan acreditar (básicamente lo único reprochable es no dejar enfriar el cadáver). Veamos:
Hemos leido hasta la saciedad que Alarte se formó una lista "para resistir". Lo curioso es que la prensa parece dar por bueno el heho de que no incluir a los sustitutos-posibles-en-caso-de-debacle blinda al seretario general perdedor: ¡por favor! nadie es capaz de resistir la "hondonada de hostias" de después de la derrota. Cabría señalar la excepción de Rajoy, pero la situación es tan distinta que no cabe comparar.
Alarte cometió un grave error apartando de las listas a nombres con bastante tirón e ideas. Un primer error fue poner a Joan Calabuig en lugar de Manuel Mata como candidato a la alcaldía. Y esa era sólo la primera fase de una depuración total que sin duda se llevó por delante a muchos buenos diputados (incluido el propio Mata). Cometió un segundo error si pensaba que eso impediría a los discrepantes (que además merced a la exclusión añaden la doble condición de agraviados y ajenos a las responsabilidades de la derrota) reclamar su cabeza. Antes al contrario. Y comete un tercer error si insiste en creer que tal cosa no va a ocurrir. La coartada de "eso dejaría al líder fuera del parlamento restándole visibilidad" ya no vale, pues Alarte viene de pasar por ese mismo trance.
Más arriba digo que creo que quien ahora pueda llevar la voz cantante de "congreso ya!" (que si no es sinónimo, se va a leer como "Alarte dimisión!") debería plantear en privado "Oye Jorge, que hay esto". Tanto si no se ha heho así, como si se ha hecho y Alarte se ha negado, lo veo como un fracaso compartido. Y el punto de "calidad" para adjudicarle el 51% de responsabilidad, se lo lleva finalmente Alarte por no habérselo (en todo caso) olido, por los tres errores arriba señalados, y por haber prometido hace tres años que si no mejoraba resultados, se iba a casa.
Un saludo desde la charca
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