UNA MAS...

Hoy, tras una confusa aparición ayer en sus ediciones digitales, los principales medios valencianos dan cuenta de un turbio cambalache que implica, de momento, a un club de alterne, un ex-cargo del PP (al que han suspendido de militancia) y de rebote a un concejal del Ayto. de Valencia al que aparentemente el supuesto malo de esta película (el ex cargo) utilizaba de excusa, pretexto, para aparentar capacidad de influencia (sin que el concejal, muy plausiblemente, supiera ni jota del asunto).
Gracias a una muy buena entrevista de Levante-EMV a la ex-madame comprobamos que sí, en efecto, la protagonista del asunto parece mostrar cierta ojeriza contra el consistorio de Barberá. No más, en todo caso, que la amplia variedad de locales de hostelería que han cargado contra el gobierno -en este aso el central-, ley antitabaco el ristre, para solaz de informativos de A3, T5 y C9 que no han escatimado medios en insuflarles ánimos y legitimidad.
En la misma entrevista vemos que efectivamente los argumentos para aseverar que la "mordida" era realmente para el concejal son asbolutamente irrelevantes (que el supuesto extorsionador estaba forrado). Y en efecto además de la presunción de inocencia, tiene perfecto encaje racional que el concejal nada supiera de ello.
Sin embargo, dar la noticia como audacia del PP (cuando ha sido la presión de los hechos en forma de video de youtube la que ha precipitado que le den publicidad al asunto, además la presente denuncia es del 1 de febrero) y acompañarlo del correspondiente pábulo a las teorías de la conspiración del PP (Barberá: "Veremos de todo en campaña") parece bastante inoportuno. Similar a dedicar en su día gran riqueza de cuatricromía, tipografía y credibilidad a la ridícula denuncia de supuestas escuchas con furgoneta frente a la sede del PP en la calle Quart.

Ello no nos debe sin embargo distraer la atención del hecho principal: un cargo con altas responsabilidades en el PP (el ahora suspendido de militancia), supuestamente y según los medios, extorsionaba. Y como dicen todos los medios, fue por ello que el propio PP le hizo dimitir de sus cargos aunque no lo echara del partido.
Los hechos, no ya probados sino admitidos -siempre según la prensa que cita fuentes del PP- desde el propio partido es que se tuvo conocimiento completo de los hechos pero el individuo no fue llevado ante la justicia.
¿No sería eso un caso flagrante y admitido de encubrimiento, esa figura tan de moda?
¿Nadie se ha dado cuenta?