10 meses y un logopeda...

Eso parecía todo lo neesario para rehabilitar a Ricardo Costa. Todo un símbolo de la trascendencia de las responsabilidades políticas asumidas en Valencia por el escándalo de corrupción más grande de las últimas décadas...

Y es que anteayer, como confirmación de la vuelta a la primera línea del ex-secretario general del PP de la CV, Ricardo Costa acudía a los micrófonos de Radio Valencia a defender los presupuestos de la Generalitat.
Admito que no oí el debate, sólo unos extractos.
Prácticamente nada nuevo en el discurso de Costa: la culpa de todo la tiene Zapatero; la confirmación de lo expresado unos días antes en un artículo en L-EMV. Sólo que en el artículo no se observaba la mayor novedad en Costa: ha cambiado su forma de hablar. No sólo el tono, que era lo más llamativo, sino la actitud, como si se tomara más en serio. Leí en las PROVINCIAS que además de aprender inglés, había ido a un logopeda. Parece que con buen resultado.
Nuna se supo la razón de la destitución de Costa. Me refiero a la primera y auténtica, aquella cuya no aceptación le valió la segunda y definitiva, amén de la suspensión.
Sin embargo a pocos se escapaba que el PP de la calle Génova quedó horrorizado ante la perspectiva de que alguien tan fácil blanco de la caricatura y que representaba como la mejor parodia posible la pijería y el desenfado que sobrevolaba toda la trama Gürtel, fuera secretario general y portavoz parlamentario.
Así pues, vuelve ahora, aunque sin recuperar sus cargos. Oficialmente no sabemos por qué se tuvo que ir ni menos por qué vuelve. Parece que el simple paso del tiempo y unas bien aprovechadas sesiones de logopedia lo arreglan todo. No se exige más.

De periodismo progresista...
Suelo coincidir con la mayoría de los análisis del periodista Cruz Sierra. No obstante sigo sin entender ni aceptar ese derrotismo que planea sobre casi todas sus intervenciones.
Por ejemplo. Hae unas semanas le oí decir, respecto al PSPV, que quería "que me presenten un programa y me ilusionen". ¿De verdad que alguien supuestamente sin ningún apego "de serie" al PP local necesita, con lo que hay, que le vendan ilusión y alharacas al modo de Camps? ¿Hace falta algo más que, no la ilusión, sino la responsabilidad democrática de querer que cese de una vez el despiporren que estamos presenciando? Para los demócratas que no tengan servidumbre ideológica -que respeto y comprendo en caso de darse aun sin compartirla- con la derecha y contra la izquierda, la responsabilidad de contribuir con su voto y su capacidad de influencia mediática -los que la tengan- a que una nueva mayoría y un gobierno al que en prinipio supondremos honrados y carentes de la prepotencia y el desprecio al discrepante que hoy sufrimos.
¡La ilusión, pa los chiquillos el día de Reyes!
Del mismo modo, le oía tan recientemente como ayer que "este gobierno -del consell- está paralizado por la corrupción, hace falta alguien nuevo. Este consell, ¡ojo! no digo este partido, ya no me vale".(sic)
¿Qué más tienen que hacer para que la responsabilidad de lo que hacen afecte al partido? ¿Pero, por dios! ¿acaso hay algún mínimo atisbo de autocrítica en el PP-CV? ¿algo que haga pensar que exista alguien que obraría de forma distinta? ¿Qué puñetas pinta el periodismo supuestamente progresista diciendo "Todos los cargos están para relevar, eso sí, el PP que siga en el poder, por favor"?
Así las cosas, no hagamos elecciones: contentémonos con las encuestas, a ser posible hechas por C9 y disolvamos todos los demás partidos. ¿Pero qué les pasa?

Sólo aquí podemos tener a alguien como Vicente Rambla
Sí, solo en la CV nos podemos permitir un lujazo como el vicepresident conseller de Industria y algunas cosas más. En otro lugar con una prensa mínimamente crítica y analítica lo pelarían tanto y tan a menudo que no habría president con narices para mantenerlo en el cargo. Un ejemplo: la entrevista de hoy en el BD de C9. Pasando por alto sus habituales incoherencias, como que el diferencial de paro entre España y Europa es importantísimo, pero el que hay entre la CV y el resto de España no, me centraré en una contradición de libro. Le preguntan sobre la economía sumergida. "Ah, no, no! No hay datos. La economía sumergida es eso... sumergida. Por eso no hay datos y no se puede evaluar" para a los pocos segundos añadir "En 2004 o 2005, no había nada de economía sumergida en la CV"
¿En qué quedamos? ¿No decía que no hay forma de evaluarla? ¿Entones cómo sabe que en 2005 no había? Pues así todo el día, oiga...

La hipocresía de la prensa de derechas
Creo que prácticamente no queda nadie de las habituales firmas del columnismo conservador sin escribir aquello de "la corrupción afecta a todas las instituciones, a todos los partidos" de la CV.
Aprovecho para recordarles unas cuantas cosas:
-que casi todas las instituciones de la CV están gobernadas, no por todos sino por un sólo partido.
-que esta generalización se da de bofetadas con la negación que han practicado hasta ahora.
-que no estaría de más aprovechar sus frecuentes visitas a C9 para lanzar tan valientes postulados
-que hablar de cómo parece que vuela el dinero público en forma de gasolina en un consistorio del PP y sacar la conclusión de que la gente se desapega de "los políticos" en genral, es hacer trampa.
-y, señor Pérez Puche, echar la culpa de los desmadres del Carmen a que "el PSPV -ya que tiene su sede ahí- no le dice al PP que tome medidas" (sic) no es ya hacer trampas... es un chiste!!!

El análisis de Delgado
Fernando Delgado hace una acertado análisis en eun artículo de EL PAIS. Según él, el gran éxito del PP local es convencer de la imbatibilidad del PP, no a sus tropas, sino a los contrincantes, es decir a la izquierda. De libro. Vamos: encuestas, "el cuadro no cambia", y en definitiva votantes que se quedan en casa porque "total pa qué?".
O periodistas que no le cantan las cuarenta al PP... porque "total pa qué?" O váyanse ustedes a saber por qué otra razón.