DEL USO INDISCRIMINADO Y GENERALIZADO DE LA PLABRA "TRIPARTITO" PARA DESIGNAR A TRES PARTIDOS DE LA OPOSICIÓN VALENCIANA, A SABER:
PSPV, COMPROMÍS Y EU
No quiero ser subjetivo, pero el empleo exhaustivo de la palabra tripartito para referirse de continuo a los tres partidos de la oposición valenciana no me gusta y temo abandonar la objetividad. Así que calificaré esa contumbre -o uso o hábito o regla de oro del libro de estilo- como algo inadecuado. Me parece un adjetivo suficientemente aséptico. Y a continuación intentaré exponer las razones, objetivas creo, de tal calificación.
Es reducir tres partidos a sólo uno. Es hurtarles el nombre y la identidad a todos y cada uno de ellos, es apagarlos un poco... o totalmente. El cerebro del votante tiene presentes a los partidos por la repetición incesante de sus nombres. A ver, que en general uno sabe lo que está disponible, pero a veces -a las personas muy adictas a la política- se nos olvida que la mayor parte del electorado no tiene tan presentes siglas e identidades.
Es como decir que son lo mismo. Y eso no es verdad. ¿Y en base a qué? ¿a que uno de ellos -el que según esa lógica aplastante estaría destinado a gobernar con el apoyo de los otros- no sume mayoría absoluta? ¿y qué culpa tienen los otros?
Podemos establecer, además, un gradación en lo inadecuado del uso del término. Primero, el uso que hace de ello el PP en les Corts. Me pareció mal desde el principio, pero con lo acanallada que está la vida parlamentaria uno ya casi no se sorprende de nada. Digamos que si lo hace el síndic del PP forma parte del juego político. Si lo hace el President o alguien del Consell, teniendo en cuenta sus obligaciones institucionales, ya queda peor. En todo caso es obvio que lo hace con intención de demonizar e igualar a la oposición. Me parece una falta de respeto. Un destacado miembro del PP dijo que los socialistas estaban acostumbrados a "tripartitos y trileros". Sin comentarios.
Segundo, la cosa salta a la prensa. Para empezar vamos mal pues es adoptar como término de uso cotidiano algo que corresponde a una falacia partidista. Existe un aparte que sería hablar de un tripartito como posibilidad futurible. Eso es correcto. Pero EL tripartito, así a cosa hecha es falso. Y por tanto, malo. Es engañar, insisto.
Es evidente que en algunos casos el uso del término acompaña a la intención del PP de demonizar a la oposición. En otros, supongo que no. Sin embargo, tratándose de una etiqueta partidista ¿no es suficiente razón -más las expuestas arriba- para evitarla aunque sea por pura asepsia?
Por esa misma regla de tres, llámesele al PP-CV "la oposición": por el mismo razonamiento de que PSPV, BLOC y/o Compromís merecen ser llamados el tripartito -pues a la luz de las encuestas lo son in pectore- entonces el PP no es otra cosa que "la oposición". ¿grotesco? sin duda. Pero igual que lo otro.
Porque además, cuando se hable de tripartito, ¿de qué partido están hablando? se pierde el trazo fino: pasamos a que cada frase valga para los tres partidos, y sabemos que no es así. No espero ese trazo fino del PP-CV: desde que oí en les Corts que "vds ni siquiera son un partido, son una coalición", refiriéndose a Compromís, ya entendí que era una esperanza vana.
Si a estas alturas el sufrido y paciente lector no ha dicho "anda ya", vamos a intentar evitarlo antes de que ocurra.
Sí es obvio que parece una opción -probabilísticamente- razonable que PSPV, BLOC y EU sumen una mayoría suficiente para gobernar. Negarlo sería propio de esa candidez extrema de la que tan a menudo me quejo en otros, así que no lo haré. Así pues, considerar la posibilidad y desarrollarla es absolutamente legítimo. Pero del mismo modo es legítimo que los partidos en cuestión no se quieran coaligar. Están en su derecho y hay que respetarlo. Recuerdo haber dicho lo mismo cuando se plateaban dos tercios del asunto (coalición BLOC-EU).
Si lo que deseamos es que cada partido enuncie su programa, parece lógico dejarles que lo hagan en lugar de empeñarse en que lo hipotequen a supuestas exigencias de posibles aliados de coalición: aun dando por hecho que la aritmética postelectoral nos lleve a un pacto a tres, ni siquiera conocemos los porcentajes, los pesos de cada opción. Comprendo y apruebo el interés periodístico, pero imagínense a Morera poniendo condiciones variables, o Puig enunciando un programa distinto en función de si EU o Compromís obtienen 12, 13, 10, 8, 16 escaños...
Cada uno acude con su programa esperando lo más parecido a un apoyo mayoritario. Luego, el porcentaje de apoiyo a ese programa bastará o no para formar mayorías y/o combinar y pactar programas, es el juego democrático. Pero no se presentan con un programa conjunto y hay que aceptarlo.
Ello no quita que se planteen preguntas sobre aspectos concretos y bastante llamativos, faltaría más.
De toda la vida se ha asumido que todos los partidos se presentan a las elecciones en igualdad de condiciones. Siempre me ha llamado la atención que partidos con historial de porcentaje de votos por debajo de los dos dígitos presenten a su número uno como "Candidato/a a la presidencia del gobierno". Sin embargo, siempre se ha considerado descortés bajarles de las alturas y decir "Yé, que ustedes no hacen mayoría absoluta ni por casualidad". De acuerdo: nuestar democracia va perdiendo la inocencia inicial, lo asumo.
Yo lo veo así: hay partidos que tiene expectativa de voto cercana al 40%. Son los que se autoproclaman "partidos de Gobierno". PP y PSOE a nivel estatal, más unos cuantos a nivel autonómico. Pues bien, hacer la distinción y tratar de forma distinta a los demás creo que es incorrecto. El partido "pequeño" se debate entre el orgullo de aferrarse a sus posibilidades iguales a las de los "grandes" -con el precio de despertar incredulidad y sus consecuencias negativas- o entrar en el juego de decir "sí, somos partido bisagra" y aceptar plantearse qué exigirían a este o a aquel para apoyar investuduras y/o pactos de legislatura. Pero creo firmemente que aun siendo lo más razonable, es una opción que debe elegir el partido y nadie le debe imponer. ¿Que es más cómodo de cara a la opinión pública? claro que sí. Pero no por ello justo. Dejarse llevar por la comodidad suele conculcar derechos, no lo olvidemos.
No obstante, es legítimo sugerir que los tres partidos en cuestión formen coalición? sí, claro. Pero igualmente legítimo es que estos no acepten la sugerencia. ¿Es legítimo hacer esa sugerencia con tono de exigencia, dando a entender que en caso de no formar coalición están haciendo trampas o amagando? rotundamente no. Máxime cuando una de las cosas que se reprochó post mortem -post mortem sufragorum para ser exactos- a J.I. Pla fue el haber dado pie a pensar en que se iba a hacer un tripartito. Con Alarte la cosa fue que ni fu ni fa, y ahora exigir foto y coalición... y en algunos casos desde los mismos foros suena extraño.
La posibilidad de un tripartito de izquierdas se puede amasar y filosofar por estar más que presente en la mente de todos. Pero igualmente la de uno de derechas. Así pues, llamémosle también tripartito al posible bloque PP-UPyD-MC.
Bienvenidos al multipartidismo... pero esa es otra historia. He releido lo arriba escrito y me ha resultado relativamente ameno -amor de padre, porque ¡menudo ladrillo!-, pero por volumen amenaza con dejar de serlo. Así que dejamos el asunto aquí, a falta del tercer capítulo de la trilogía.
un saludo desde las charcas... las tres
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