El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

lunes, diciembre 02, 2013

 CÓMO SE HACE UN DARTH VADER

 
 

No nos engañemos: el malo arrepentido tiene muchísimo tirón. El James Woods de "Best Seller" o el malo de todos los malos: Darth Vader. Ambos palman al final de la peli...

 
Si Lord Vader ya lo petaba como malo malísimo, cuando coge en volandas al Emperador y lo manda a pastar fang, el público le hace la ola. Es lo que tiene la contricción, sobre todo en cabeza ajena (mucho más cómoda). Será por nuestra formación católica... o no: los de influencia luterana caen también ante los encantos del villano que se pone de tu parte. Esos personajes inquietantes, que luego nos hacen el favor de dar la vida por los protas (buenos) de la peli.
 
Será porque nos vemos retratados, será porque además cuando nos afecta, cuentan doble: lo que antes restaba, ahora suma.
 
 
Esto no tenía por qué ser una historia de buenos y malos, podría haber seguido en esa gama de grises en la que se manejaba tan bien el poder local: cuando convenía, se hacía algo gris clarito para que lo gris pareciera más oscuro. En otras ocasones, todos grises y aquí nadie saca ventaja: seguimos en cabeza, pie a fondo y 10 vueltas para el final. Ganamos de nuevo: "Bravo, Fernando"
 
Ni siquiera con el despido masivo del primer ERE de RTVV llegó a vislumbrarse el carácter de malvado Sith que recupera su dignidad Jedi: los caídos eran (al menos públicamente) ignorados por los salvados, y los de fuera o los que cayeron antes los reprendían ante la indiferencia del público en general. Los corifeos del poder también: para eso están.
 
Canal Nou era sin duda el Darth Vader de estos años de mayorías absolutas del PP-CV. Sin embargo, esto aún no era una historia de buenos y malos, y menos aún de malos arrepentidos. Fabra decide tirar a todo el mundo de una tacada a la calle;  y digo todo el mundo, pues la decisión, con una torpeza incomparable, se toma cuando todos los náufragos habían vuelto al barco, y ya se abrazaban con aquellos que no les lloraron demasiado al quedarse a bordo (repito, al menos públicamente) y su retorno empieza a generar una corriente de simpatía en el público en general.
 
 
Pues bien, desde ese momento,  y al torpedear el barco cuando aún los recién rescatados  se estaban escurriendo la ropa mojada, la historia se convierte en un blanco y negro. En un buenos y malos, en una fábula de ex-malos: los que habían hastiado al ya indiferente público, se rebelan contra el jefe. El Emperador ha conseguido cabrear al viejo Anakin, que empieza a zurrarle la badana. Se ve en NOU lo nunca visto.
Los malos arrepentidos generan tanta empatía entre el público, que los corifeos del jefe tienen que usar la munición gruesa: critican el súbito arrepentimiento, les reprenden el haber descubierto de pronto que manipulaban... pero los corifeos no se dan cuenta tal vez, al hacerlo ellos están en el mismo caso: nunca hasta ahora denunciaron esa manipulación, calificándola de imaginaciones y fantasías de la oposición.
Oposición a la que califican sin mesura de plañideras o indecentes (sic).
 
Y es que Fabra ha conseguido algo inaudito: unir a un cantidad enorme de valencianos de muy distintos extractos sociales, culturales y/o ideológicos, alrededor precisamente de uno de los iconos motivos de disputa: la denostada radiotelevisión pública. Apenas le quedan apoyos: aparentemente, las sucursales locales de dos medios de Madrid. De sus directores, uno se descarga con un artículo bastante deleznable mostrando la facilidad para descalificar que le ha caracterizado... precisamente durante sus lustros de tertuliano fijo en las mañanas de Torró, Carrau e incluso de Maso. El otro al que yo hacía bastante inteligente, me hace dudar de su lucidez al escribirle un meloso (encima con pretendida apariencia de práctico y realista, pero meloso al fin y al cabo) panegírico a Fabra. Mostrarse tan seducido por un político tan vacuo como Fabra te hace dudar del criterio de alguien que lo había mostrado cantándole las cuarenta a Camps...
 
A menos que tanto esto como aquello forme (formara ya entonces) parte de un plan a largo plazo para cambiar  presidentes autonómicos por grises gobernadores civiles. Un plan conjunto con el registrador de la propiedad natural de Pontevedra y el jefe en Madrid de dicho medio.
 
Aaparte de eso, Fabra ha conseguido incluso cabrear a LAS PROVINCIAS.
 
No les digo más...