El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

lunes, abril 16, 2012

Tantor ya no es juancarlista...

Siempre me ha llamado la atención ese gastadísimo tópico que certifica que el monarquismo de muchos ciudadanos tenga un destinatario específico más allá de la institución y su idoneidad.
También ese "se lo ha ganado". Después de todo, cuando el mayor mérito de uno es hacer lo que legalmente le toca y de eso haca ya más de 30 años... con Massa el de Ferrari o con los entrenadores de fútbol, tienen menos paciencia. Y eso que (algunos) cobran menos.

Supongo que básicamente la cosa se basa en que alguien caiga bien: más vale caer en gracia que ser gracioso.

Para resumir, es muy dfícil que alguien capaz de descerrajarle un tiro entre ceja y ceja a un elefante y verlo caer como un pedrusco, es muy difícil que me caiga bien. Y no es algo transitorio sino irreversible. La gente que hace cosas que me parecen repugnantes se pringa del adjetivo de las cosas que hacen. Y de por vida.

Ver a un ser enorme, tan distinto a tí y tan enigmático, que tiene tanto de mamífero como de rocosa montaña, y que en lugar hacerte ver lo pequeño e insignificante que eres, como le pasa al retrato de John Huston que hace Eastwood en "Cazador blanco, corazón negro" (antipático y arrogante pero con algo de lo que otros más campechanos parecen acrecer), te dé por apretar el gatillo para verlo caer y justificar la millonada que te ha costado, eso dice mucho de tí.

Si encima tienes responsabilidades representativas, de mando, institucionales, sobre un porrón de millones de personas, ya ni te cuento.

Se me ocurren cuatro o cinco frentes donde este episodio es más que bochornoso. Cómo se cuida de los hijos, qué malas son las armas porque no las carga el diablo sino el ser humano (y además las descarga), qué patético resulta que te pillen, qué penoso resulta cuando una imprudencia hecha sin red coincide con otra hecha igual y estas se solapan, complementan, interfieren y con una patética sinergia se retroalimentan, máxime en un contexto ya más que saturado. Y cómo ese contexto ya anima a no jugársela por si acaso, y lo que dice del criterio de las personas que aún así se la juegan. Por no hablar de las responsabilidades que implica la jefatura, aún simbólica del Estado, o la jefatura de facto, y el vaivén de irresponsabilidades entre ambas. O de cómo puede llegar a parecer más ridículo aún de lo que ya lo era que algunas personas salgan a pedir sacrificios y todos digan "Ooooh! qué oprtuno!!"

¿A que parece una película de Berlanga? Tantor prefería las de Tarzán, pero se reiría igual. O no.

1 Comments:

At 2:03 p. m., Blogger Óscar Pardo de la Salud. said...

jajajaj amigo Sapo me encanta leerte.

Tus reflexiones son geniales, sobre todo por la ironía que les aplicas.

Un abrazo.

 

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