"SERÀ AMB GANES O NO SERÀ"
Empieza a resultar espantosa -sí, espantosa- la coincidencia milimétrica entre, no ya los postulados, sino los conceptos, uno por uno; las noticias, el léxico si me apuran, de nuestro Consell, su televisión y su periódico cada vez más adherido. A este último le acompaña por supuesto su radio satélite, confirmando la estrategia de su grupo matriz: "le hacemos el producto que quiera usted". En cuanto al periódico, es impresionante verle dedicar un 80% de los artículos de política y actualidad general al recetario de peligro catalán, inseguridad, agravios y marginaciones y sociatas malvados. Lo poco que se escapa de este guión suelen ser castañazos a la gran Z - a la otra, a la de aquí- y sus acólitos. ¡Quién les ha visto y quién les ve! a castañadores y a castañados, claro. Lo más alucinante es que si bien un día son Rambla o Gepons quienes marcan la ruta de los periodistas de Machín -ya saben, "un compromiiiisooo...!"- al día siguiente la secuencia es al revés, como si se relevaran cual ciclistas en cuesta. Estos tres o cuatro últimos días la coincidencia ha sido de auténtico pleno.
Y ante este serio compromiso -este sí- por mantener y mantenerse la derecha en el poder, ¿qué hacen los medios llamados progresistas? o mejor me pregunto, ¿qué debería hacer un medio izquierdoso, centrista o derechoso, pero INDEPENDIENTE ante esta actitud, ante el sagrado deber de denunciar aquello que se pasa siete pueblos de toda regla ética y de la más mínima conciencia democrática? Sea como fuere, las respuestas a ambas preguntas están lejos de coincidir...

Por una parte, el único periódico aparentemente libre mantiene un tono medio que -lo siento, y que conste mi reconiocimiento hacia ellos de todas formas- no es suficiente. Creo que no basta con repartir un poco a diestro y siniestro y mantener una loabilísima equidistancia en lo político -ya saben, que en los juicios cuente la ética y no la ideología- sino que hace falta más. No es que sobre algo, ni mucho menos las cartas que amablemente publican a cabreadísimos o ponderados ciudadanos -gracias!- pero falta mucho. Y eso no es algo que se pueda decir del PPDLC -léase principal periódico de la competencia- donde sobre todo, sobra muchísima morralla, refritos de noticias amortizadas mil veces, comentarios a medias, juicios de valor de lo más patatero, pruebas de la mayor parcialidad, alarmismo, victimismo, provincianismo y complejos a tope, aderezado de una falta de rigor que espanta.
Y claro está, el primer periódico del que hablábamos no tiene por qué ponerse al nivel del otro. No, no se trata de "¿makarrake ellos? pues makarrake contra los otros, nosotros también!". Pero sí se trata, no de compensar o imitar o contrarrestar esas acciones, sino de DENUNCIAR todas y cada una de ellas. Y eso, mon ami, NO se hace. Que sale una "noticia" manipulada y tergiversada? Se denuncia al día siguiente. ¿Que se trolea a troche y moche? Titular al día siguiente. Cuando hay fango, hay que enfangarse.

En cuanto a cierta radio, a menudo parecen lastrarle en exceso sus aparentemente privilegiadas relaciones con el ayuntamiento de su ciudad. El mantenimiento de un espacio en que el consistorio hace poco más que autopromocionarse, presumiendo de su inagotable capacidad de satisfacer al ciudadano, y gozando siempre de la última palabra, tiene hoy en día poca justificación. Incluso sería discutible la ética de dicho espacio a siete meses de unas elecciones municipales. La fórmula de "los ciudadanos preguntan, el concejal responde una semana después" da todas las ventajas al representante político, sin posibilidad de réplica ya sea de la oposición o del ciudadano -ese simple cambio lo convertiría en mi opinión en un espacio modélico-. Al margen de ello, su jefe de informativos mantiene una curiosa e intrigante relación con la televisión del régimen, donde a menudo oye impasible auténticas tropelías a las que replica en contadísimas ocasiones -ojo, no es el único- y supone para la cadena una valiosa coartada que no es tal. Afortunadamente, parece haber visto la luz al menos respecto a un Conseller en particular que se le ha caido del burro -o de la sandía-, a buenas horas! Todo se andará. Pero, sinceramente, yo no me sentiría capaz de ir en directo a la meca de la manipulación informativa y no decirlo con todas sus letras, a poca ocasión que tuviera. El "poli bueno" no sive si no hay "poli malo"
¿LE TIENEN PUES REALMENTE GANAS A ESTE REGIMEN?
Cuando ciertos elementos de la sociedad están dispuestos a llevar la consciencia de la realidad a un mundo irreal al servicio de unos colores políticos, no es suficiente guarecerse en el "yo no pienso hacerlo"; cuando se alcanza el nivel ya visto hasta la fecha -y lo que nos queda- en estas prácticas, o se da cuenta de todas y cada una de las mismas, o se practica un silencio que a la postre resultará cómplice por inacción.
O se hace con ganas -que motivos ya hay- o ahí seguirán.