El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

domingo, octubre 22, 2006


EL HOMBRE DEL SACO. ¡HUH!

Cuando leí una referencia, a modo de entradilla, a este artículo de contenido tan infecto como su enfoque, pensé que se trataba de una libre interpretación. Lógico, ya que la web que lo citaba está lanzada a la catalanofobia más despendolada y no lo disimula. Me costó lo mío, al leerlo, asumir que no le habían cambiado ni una coma y que lo veía era cierto.
A continuación y desde entonces, no se me ocurre otra plabra que no sea "repugnante" para calificarlo. No sé qué me asquea más, si tener un gobierno local que carece del más mínimo empacho para inventar e inculcar a su "amado pueblo" semejantes sandeces paranoides, o que un medio pretendidamente serio se dedique con fruición a jalearlas, amplificarlas y sin la menor duda suscribirlas y apoyarlas.
Que nuestra derecha local esté anclada en el anticatalanismo más montaraz como hace treinta años indica lo poco que tienen de qué presumir tras doce o quince años en el poder.
Allá ellos con su conciencia por inculcar el odio y el resentimiento -que esto sí lo es, miles de veces más que parir discutibles Estatuts; esto sí lo es pues es un puro y simple "Pepito es muy malo y te tiene manía, sólo quiere hacerte daño y porque lo digo yo"- pero como valenciano y español estoy cada vez más asqueado.
El nivel es bajísimo, y nos remite a esos tiempos de patio de colegio en que oíamos "Pues mi papá dice que todos los políticos son unos...".
Esto nos da una idea de a qué electorado quiere convencer el PP, y de qué quiere convencer al resto del electorado.
Y lo siento, no puedo sino calificarlo muy a la baja. Una cosa son las opiniones de las que podemos discrepar; otra, la auténtica basura instigadora del odio y el resentimiento, del complejo de inferioridad que por el camino pasa sin escrúpulos por encima de la presunción de buenas intenciones de todo un pueblo y de la legitimidad de las instituciones del Estado. Y el que les crea, hay que decirlo sin ambages, o es un tonto resentido o va camino de serlo. Es en este caso un hecho objetivo. Y me niego a acompañarlo de la "prueba del nueve" que nuestro PP suele acompañar -estilo Pujalte- después de asgurar la mayor tropelía: "Vamos, eso creo yo".

1 Comments:

At 12:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

Eso, eso! leña a los catalanes, Esteban!
No les pases ni una.

 

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