El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

viernes, noviembre 12, 2010

ALGUNOS BROTES ROJOS...
Entre ayer y hoy he visto -apenas- algún guiño de lo que la sociedad valenciana, y uno de sus buques insignia, los medios, debería ser.
En una de esas tertulias de Radio Valencia se plantearon si quizás el fallo en la sociedad civil no estará en renunciar a esa capacidad que tienen, tan sencilla, de cambiar las cosas con... el voto! Sí, sí: han leido bien. Para los poco iniciados habría que especificar que dicho postulado, aparentemente tan natural, es caro, carísimo de leer u oir -de ver ya ni hablamos- en los medios de la CV.
Así es: pese a que en los medios de la dereha, legítimamente, es habitual interpretar el mensaje "ZP no vale y hay que votar a otros", el equivalente local referido a Camps y el PP no se oye jamás explcícitamente, ni siquiera tácitamente.
Hoy, Francesc Arabí, excelente periodista -analiza, desmenuza, redacta bien; es crítico y reflexivo; no le falta ironía cuando hace falta- y que puede utilizar sus cualidades para atizar al gobierno local o para airear las divisiones de la oposición -en todo caso el talento periodístio es incuestionable- se desarga con un muy buen artículo sobre la última sesión de control al President hasta Febrero.

Artículos como este deberíamos poder leerlos todos los días. Pero no es así.

No es ya que falte "caña, caña!" al poder local: habitualmente falta tanto apenas una descripción objetiva y pormenorizada de la realidad, de toda -el artículo es, principalmente, un conjunto de citas- y la caña ya se dará sola.
Porque, que un presidente haga bromas con el apellido del jefe de la oposición -y van tantas- o su estatura ni es de recibo ni es cosa que la prensa debiera pasar por alto.

Es difícil que en un determinado ámbito sociopolítico la prensa de una cierta tendencia y su reflejo político tengan radiografías muy distintas. Prensa y partidos mostrarán grandes discrepancias acaso en tiempos de gran cambio de rumbo -véase PRISA y ZP en pleno "postzapaterismo"- , pero no en la calma chicha que las encuestas auspician en la CV. Ello es obvio en el caso de la derecha -el PP local y sus medios afines son un calco- y aunque no parezan verlo, debe ocurrir en la izquierda.

Si los medios progresistas loales tachan a la izquierda de indefinida, deberían pararse a pensar en que ellos también lo son. De quién es la culpa, quién sabe! pero dado que los partidos ya han recibido su buena ración de palos, habrá que mirar al otro lado.

En resumen, no se puede decir al PSPV que hace mal siendo una mala copia del PP-CV y luego animarle a que lo sea.
No se puede aplaudir el gesto de Calabuig de apoyar el parque de Ferrari, en contraste del "Nooo!" supuesto del resto del PSPV, sin caer en que esa misma atitud será considerada, tres editoriales más tarde, con un "Para eso, los votantes preferirán a los autores originales de la idea".
No se puede valorar la idea del parque sin entrar muy profundamente en que hace apenas días que se ha enterrado otros de esos "Proyectos emblemáticos" como "La Ciudad de las lenguas" o "La Torre de la música".
No se puede, sin recordar que se ha dado palos a aquel que se opusiera, o siquiera pusiera en duda, aquellos proyetos tachándolo de aguafiestas.
No se puede, sin pedir cuentas a quien tanto prometió y dijo que quien no estuviera on él para esto, era un ceniozo y un triste.
No se puede ironizar sobre lo curiosamente bien que se lleva Sanchis (EU) con Jaraba (RTVV) pese a lo mal que trata C9 a EU -que no falta razón en ello- sin pensar también que... los medios progresistas les perdonan una sí y otra también a RTVV, pese a lo malísimamente que trata Jaraba (ex-vocento) en C9 a dichos medios: 35% de tertulianos de Voento contra 0% de PRISA y 0% de Levante y EPI.

Bueno, sí se puede, pero hace falta que todo te dé bastante igual.