ELEGIR UN CANDIDATO (2 DE 3)
(continúa...)
Y llegamos al PP-CV, el plato principal. A priori, pues habrá
que ver cómo les deja el último domingo de mayo 2015. De momento, tienen una
auténtica hegemonía que de buen seguro se va a mermar enormemente, como
poco.
Empezando en esta ocasión por los municipios, haré
una excepción y me mojaré por una ciudad que no sea Valencia. No lo he hecho
hasta ahora pues mi desconocimiento de las coyunturas de Castellón y Alicante es
absoluto... salvo lo tocante a la primera edil que más sale por la
tele.
Va, voy a revelarles un secreto, un arcano, algo
que levantará ampollas y arqueará cejas: creo que Sonia Castedo no sería la
candidata ideal.
Bien, centrándonos ahora en el Cap i Casal, qué les
voy a decir.
Antes, quiero hacer una consideración que he
obviado en las premisas generales. Hasta ahora no había entrado en juego, pues
hemos valorado fuerzas políticas que aspiran -por injusta que sea esta
valoración pues a priori todos parten en igualdad de condiciones- a complementar
mayorías de gobierno si se da el caso, o bien para el PSPV, un partido que
aspira seriamente a mejorar. Pero en el caso del PP-CV, incluso sin asegurarles
previamente la derrota, parece obvio que su expectativa es empeorar, y mucho.
Así pues, ¿que candidato le aconsejas para gestionar la derrota, la pérdida de
poder, por no decir un posible escenario de pactos que le resultare un terreno
desconocido, jamás pisado?
No es una consideración nueva ni exclusiva de un
partido. Cuánto no se escribió sobre el escenario en que Rubalcaba tuviera que
gestionar el más que probable hundimiento del PSOE en 2011.
Y con esto, entramos de nuevo en más variables: si
es mejor afrontar la derrota con alguien ya nuevo para empezar a trabajar en la
renovación ipso facto, si por otro lado es malo que ese nuevo personaje empiece
marcado por dicha derrota, si es o no mejor colocar a la cabeza a alguien capaz
de cosechar un resultado mejor, aunque se le vea incapaz para la reconstrucción,
y así el "resucitador/a" parta al menos de una escabechina menos grave...
Incluso si puede haber candidato o candidata mágicos que consigan una inesperada
victoria aunque pueda tener otros inconvenientes. Hasta puede darse un
estrambótico caso que combine las dos últimas opciones. Se dio: Camps. Pese a
tener una fecha de caducidad más clara que la de una ensalada de canónigos -y no es un
chiste fácil- y rúcula, se le dejó al frente de la candidatura pues era la única
garantía de una mayoría absoluta. Eso pese a la absoluta certeza de que iba a
tener que irse enseguida... y que no gestionaría el desastre, primero por la
obvia razón de que no iba a estar, y segunda porque el desastre era precisamente
su marcha. Luego se asumió que el desastre era también sus dos legislaturas,
pero esta es otra historia.
Vale pues: ¿qué candidata/o es ideal para tener una
probabilidad razonable de conservar la alcaldía de Valencia? es obvio: Rita
Barberà. Vale, yo creo que sería mejor candidata -no la había nombrado por
casualidad- Mª José Català. Se expresa bien, es una persona razonable, consiguió
una mayoría absoluta en Torrent nada fácil a priori, y tiene un aire de novedad
con un grado de conocimiento bastante alto. Pero sospecho seriamente que el
electorado potencial del PP de Valencia lo verá de otra forma.
Pero... ¿y si las encuestas se empeñan, tercas, en
augurar una inevitable derrota? pues en ese caso da igual. Estoy bastante
convencido de que si Barberà tiene esa certeza, que no le esperen. A lo mejor
acepta encabezar la lista en busca de un milagro -lo dudo- pero no se quedaría a liderar la oposición. El líder de la oposición municipal de Valencia no
existe, mediáticamente: es así. Y si tuviera más atención de lo habitual debido
a ser quien es, ¡triste honor! Barberá refunfuñando cuatro años de que todo val
mal porque ella ya no manda después de haberlo hecho durante 24, sería como oir
a Alonso quejarse de lo malo que es su Ferrari. Aburre. No creo que ella misma
quiera eso.
Entonces, ¿a quién poner? qué más da. Aún en la
eventual derrota, el PP de la calle Quart desaloja mucho más volumen que la
oposición del Ayuntamiento, así que tiempo habría de buscar el relevo. Ya digo:
los plenos no salen por la tele. El ungido/ungida, si quiere el PP, sí. Fíjense,
si no, en su día, Mercedes Alonso. ¿Hubiera hecho falta que fuera concejal para
salir en todos los NT9? No.
(continuará, y terminará, a las 17:30)
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