FRANCISCO CAMPS EN 30 SEGUNDOS
Hace unos años se popularizaron en internet unos videos que resumían (apenas satirizando) pelícluas de éxito en apenas 30 segundos, con unos dibujitos entre South Park y los monigotes del anuncio de Strepsils.
Pues bien, el sucesor de Camps parece empeñado en resumir los ocho años largos de presidencia de éste, no en 30 segundos, pero sí en unos pocos meses.
Y es que Alberto Fabra ha conseguido acelerarse en poco tiempo. Aparte de que ya hace muuucho que es President, de hecho más de lo que parece -apenas faltan 3 meses para que se cumplan tres años, ¡casi una legislatura!- a primera vista, Alberto ha pasado de una calma chicha a un "fast forward" de vértigo. Y lo malo es que ese acelerón lo hace clonando prácticamente todos los tópicos, los vicios, la imaginería y -disculpen el uso de expresión tan manida- las señas de identidad del largo mandato de Camps.
El arquitecto técnico de Castellón comenzó con un ritmo bajo propiciado por un -para mi inexplicable- período de gracia más largo de lo habitual, concedido por prensa y opinión pública(da). Sin embargo, y con el gran hito del cierre de RTVV se han precipitado una serie de decisiones y tics que parecían rememdar a su antecesor.
Y es que, si como ya dijimos, el sistema operativo del President incluye una barra de tareas para dibujar líneas rojas muy, pero que muy suya, la barra de marcadores o Bookmarks parece haberla importado directamente del extinto Sistema Camps 2.0. Tenía la lista ordenada cronológicamente pero no recuerdo dónde. Veamos: conflictos identitarios (acelerón a la conselleria o lo que sea de señas de identidad), tics autoritarios, líos con la lengua propia y su academia AVL, recuperación de personal de la vieja guardia de Camps, especial habilidad para meterse en jardines y rifirrafes con otras Comunidades o mejor dicho sus gobiernos, guerras del agua... incluso dialécticamente se repiten las mismas fórmulas vacías de sentido. Vean si no: que si somos el motor de España, que si seremos los primeros en salir de la crisis, que si la oposición quiere ganar rédito electoral a costa de denigrar la imagen de la CV, que si los de izquierdas son catalanistas... la última, o penúltima: que si somos ¡un trasatlántico!
¿Recuerdan? ya dimos cuenta del énfasis con que Camps ofrecía "ese trasatlántico potennnnte" -nadie decía "potennnte" como Camps, admítanlo- a Mariano Rajoy, en su caso se refería al partido y no a la CV -ya, Camps nunca tuvo muy clara la distinción- pero creo que los asesores, con lo que cobran, podrían inventarle ridiculeces nuevas que al menos no fueran refritos.
Mientras tanto seguimos sin saber exactamente qué es eso de "impulsar" o "poner en valor", al menos desde el punto de vista de equivalencia en garrofas y uso de las mismas. Sin olvidar hasta qué punto abusa del uso de "cuestiones". No recuerdo qué columnista se quejaba acertadamente el otro día del abuso de "cosas". Pues anda que las cuestiones....!!!
Por otra parte, no sé si la reciente reincorporación de miembros del equipo de Camps -es un decir, sin ir más lejos los consellers le valieron casi todos- es consecuencia o causa de esa repetición de tics y maneras. Apostaría a que, como aquellos técnicos sustitutos que a la vista de los malos resultados, intentan repetir las fórmulas del sustituido, Fabra hace lo propio. Apostaría incluso que alguna de esas eminencias grises habrá dicho algo como: "Chico, tú haz lo mismo que el otro que fíjate qué bien le iba. Al fin y al cabo se tuvo que ir por un juicio tonto de unos trajes, no porque a la gente no le gustara lo que decía!"
Mientras tanto, sigue siendo muy poco convincente en el cara a cara. Ha gozado de muchos más minutos de TVE que su antecesor, desaprpvechándolos tristemente. "Fabra se diluye en TVE" titulaba acertadamente el PAIS el otro día. Sin ir más lejos, dedicó un par de minutos a contestar algo completamente distinto de lo que se le preguntaba, cuando el entrevsitador de ponía a huevo el balón de la "herencia envenenada" que había recibido.
Camps al menos, como representante arquetípico del perfil de político iluminado, resultaba convincente para sus adeptos, convencido para los que no lo eran: y amenos que estos se fijaran mucho, sus defectos quedaban más disimulados.
Fabra da la sensación de no creerse lo que dice. Cosa que no es de etrañar, con el guión que interpreta...
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