LA GENTE
Recuerdo un memorable -por eso lo recuerdo- sketch de Juan Carlos Ortega sobre la "gente". En él ironizaba sobre una persona que se decía diferente al resto de la gente. A continuación entrevistaba a la "gente" en general para descubrir que el discurso de todos era superponible. Todos se sentían igual de singulares, lo que los hacía iguales.
Al margen de la gracia del chiste -oído, la tenía- y pese a que en algunas cosas nos parecemos todos mucho, en realidad NO somos "gente". Cada uno es como es, que diría Serrat.
Todo esto viene a cuenta de que recientemente se habla de la "gente" como un concepto monobloque, como si se tratara dela perosna-coro del sketch de Ortega. En particular, a la hora de estimar nuestar voluntad política. Y eso en varios formatos. Repasémoslos.
En primer lugar cabe destacar la visión del PP, que habla de "los valencianos" atribuyéndoles opiniones, visiones, apoyos, etc. de indiscutible afinidad con su ideario. Si así fuera, las encuestas les darían 100% de votos, y no es así. A menudo olvidn que su apoyo electoral difícilmente pasa del 50%, lo cual es mucho y significativo, eso no lo discute nadie; bueno, al menos yo, no. Pero soslayan siempre ese 50% que disiente profundamente con ellos. ¿Es acaso despreciable? ¿Por qué ese casi medio pueblo es soslayable mientras se reclama con fuerza el peso de una proporción similar a nivel estatal?
La visión del principal partido de la oposición -PSPV- adolece de un defecto similar. En este caso se destaca la "pulsión de cambio", "la gente está harta" o "los valencianos ya no aguantan más". Es curioso que en 1995 los mismos lemas venían del campo contrario... Es muy probable que el bloque de votantes de izquierdas esté bastante hasta las narices. Tanto como lo podía estar en 1996. Y es incluso de esperar que lo esté bastante más que entonces. Tampoco es de descartar que una cierta cuota de los que han visto con indiferentes o buenos ojos -a estas alturas todavía descarto incluir "buenísimos" ya que dudo que haya deserciones ahí- cómo el PP gobierna nuestra tierra durante los últimos once años empiecen a cuestionarse a estas personas que tanto presumen de lo bien que nos va, pero que siempre nos cuentan que tenemos más enemigos acechando que el mismísimo Frodo Bolson.
La visión de EU, por completar los partidos con representación en Les Corts, es similar aunque hay que reconocerles que suelen referir sus comentarios a una parte acotada de la población, ya etiquetada con el marchamo de "progressista". Su error de escala sin embargo es similar, pues a poco que miremos de cerca, hay que admitir que buena parte de ese electorado de izquierdas -incluso el más firme estimado en torno a un tercio- no autorizaría a Ribó o a Marcos a hablar con su nombre.
La moraleja es sencilla, y se destila directamente de la definición del problema. LA GENTE como tal, políticamente hablando, no existe. Hay millones de personas y de entre ellos podemos, como mucho, extraer diferentes sectores o grupos que con una mayor o menor intensidad se identifican con una determinada posición política. Y cuanto más afináramos esa graduación, más nos acercaríamos a mínimos porcentajes que nos acerquen a lo que piensa si no cada uno, sí una infinidad de grupitos. Pero se darían dos cosas:
-En primer lugar, nos acercaríamos al margen de error y acabaríamos perdiendo visión de conjunto.
-Y sobre todo no dejará de ser una paja mental nuestra, pues cada uno de esos grupitos que nosotros interpretamos está formado por personas a las que no necesariamente une nada...
Resumiendo. Siempre habrá cantidades apreciables y más o menos acotadas de personas a las que lo que más preocupe sea el medio ambiente, o los terribles fachas, o los peligrosos catalanes, o esos socialistas que desde Juan Guerra no han dejado de robar, o esos peperos beatos, o la degradación del medio ambiente, o la inmigración, o que le roben en su chalet, o que salgamos mucho en la tele y seamos imparables, o que se tire dinero y no se presente cuentas de ello, o que desde 1991 se concluya las Fallas con el himno español, o que los catalanistas presentadores de Canal 9 digan "nadó", o que la industria esté fatal, o que siempre nos pasemos la vida defendiéndonos de ataques, o...
Conjuntos no necesariamente disjuntos, por otro lado. Que constituyen un tejido político valenciano a menudo más alimentado por recelos que por afinidades -aunque ese es otro tema- pero sobre todo dispar, y con una elevada proporción de personas poco críticas. Y con una bolsa de "equidistantes" o que al menos creen serlo que son, aquí más que en casi ningún sitio, los que deciden las elecciones. Y no una fuenteovejunesca, uniforme y por tanto inexistente tropa.
No en balde el 75%!!! de la población se declara "poco o nada interesado en política"
Tomen nota.
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