El Blog del Sapo

Hola amigos. Soy El Sapo y este es mi blog. Sería muy tonto daros indicaciones sobre de qué va. Ya iréis viendo. Sólo quiero daros mi opinión. Procuraré ser divertido y llamaros la atención sobre cosas que no veo reflejadas en los medios de comunicación. Bueno, mejor no os masacro con más presentación.

domingo, marzo 29, 2015

SILLY SEASON

Cada uno es muy libre de aplaudir lo que quiera, de celebrar auges y caídas, y de tener sus raseros con las diferentes fuerzas políticas; pero... ¿lo de UpyD hacia C's no es transfuguismo puro y duro?



Lo cierto es que tenía pensado un post con este título desde la mili de Flash Gordon. ¿Qué digo? ¡desde que era quarterback en la Universidad! Lo que me motivaba era... Un momento, esperen ¿que no saben lo que es la Silly Season? Ah, vale. Pues es la temporada -"tonta"- hacia la mitad del ejercicio en la que, en los deportes del motor, se rumorean fichajes y cambios de equipo de lo más bizarro. Idas y venidas inerosímiles. De ahí su nombre. Mi ignorancia me impide saber si el término está lo bastante extendido -a otros ámbitos, especialmente ahora que somos todos tan cool- como para que esto sea una perogrullada. Pero no haré trampa y no lo buscaré. ¡Qué bien sé casar vagancia con dignidad y honestidad impostadas!

Bien, pues desde hace unos meses hemos leído sobre los más morbosos fichajes. La mayoría quedaron sólo en la imaginación de algún periodista, o de algún confidente, o del interés de este último o de ambos. El ejemplo estrella que me viene a la mente es el de Mónica Oltra. Tenía más sitios a donde ir que Fernando Alonso el año pasado. Que si sería una cabeza visible magnífica para el PSPV, luego que si se iría a Podemos... creo que, menos a VOX... a cualquier sitio.
En la mayoría de los casos yacía un interés más próximo al experimento-intoxicación que  a la información: desgastar a este o a aquel/lla -y la cosa iba desde la propia interesada al líder del lugar de aterrizaje pasando por sus actuales compañeros de viaje del que emigra- amén de poner en un brete a la o las formaciones al completo. En definitiva, "botón de Tibbets" a tope.

Al margen de la componente de intención, lo que más me llamó la atención de dichos procesos fue el andamiaje de acriticidad que sombreaba -qué pasa? yo también leo a Suso!- dichas elucubraciones. Aparentemente a todo el mundo le parecía razonable que Oltra o quien fuese pudiera fichar por este o aquel partido con la facilidad con que se intercambian cracks los clubes de fútbol. Supongo que es necesario para no tener ninguna cortapisa autoimpuesta

Pues bien, similar sensación me produce el cuajo con que se prevén, relatan, glosan, e incluso jalean los fichajes -estos sí, reales, se acabaron las bromas que llegan las elecciones- de ex integrantes de UPyD hacia Ciudadanos. Puedo comprender que, visto que UPyD ya no da el resultado que se esperaba, medios que se dispongan a activar legítimamente el Tibbets-Button -a alguno se le ha dormido el dedo y todo- hagan eso tan valenciano de "lo que faça falta" para alimentar la creciente C's con los restos de UPyD. Pero caramba, ¡un poco de espíritu crítico, por favor! de verdad no produce ni una mínima inquietud que alguien pase de un partido -que se hunde- a otro como si cambiara del Mercadona al Consum porque tiene las cocas de anís mejores y más baratas?

La mayoría de los casos no constituyen transfuguismo stricto senso ya que no hay cargos representativos de por medio -alguno sí, creo recordar- pero en partidos con poca representación, la posición de figura pública con cuota mediática representa el mismo valor que el decisivo escaño para partidos con mando, no nos engañemos.
Por ponerles un ejemplo. Si el Sr. Cantó se pasa de UPyD a C's con la facilidad con que un delantero cambia franjas balugranas por blanco inmaculado, dudo que vaya a ser una acción digna de demasiados elogios.

lunes, marzo 23, 2015

ENCUESTAS

Tenía yo un post sobre encuestas. Era una especie de segunda parte de "El botón de Tibbets". Decía que no me creía las encuestas por divergentes, interesadas, y porque además manejaban un amplio porcentaje de voto (Podemos y C's) muy imprevisible. Encuestas como la del PSPV publicada en Levante o la que hoy publica Las Provincias no me hacían precisamente cambiar de opinión. En fin, ya lo escribiré.
Mientras, Rafa Navarro, dire de EL MUNDO CV dice esto:

"Lo de las encuestas está llegando a ser enfermizo. Parece que estemos entrando en ese bucle perverso de encargar y publicar muchos sondeos para, precisamente, influir en el votante por el propio resultado que lee. Es decir que, más que plasmar un estudio analítico del momento, buscan una misión publicitaria para lograr votos con el efecto ganador"


Pues la verdad es que opino lo mismo (tiren de archivo) desde hace lustros. De hecho es una de las formas más típicas de accionar -o no, con un efecto similar- el botón de Tibbets. Oírselo al director de un medio es un alivio. Creía que el raro era yo. ¡Gracias Rafa!

PS: de paso, a cada uno lo suyo. Extraordinario análisis de las autonómicas andaluzas por parte de Pep Torrent en EL Pa... digo en Levante-EMV. Caramba, cuesta acostumbrarse!

domingo, marzo 22, 2015

50-32: RAJOY, AMARGADO. FABRA, FELIZ.


"Don't you love the sound, of the last laugh, my friend"... cantaban dos geniales calvos, uno norirlandés, el otro escocés de Newcastle -los escoceses crecen donde quieren-. Pues así. Aunque yo me lo imagino más de Julio Iglesias, de los Beatles a lo sumo,  que de Morrison y Knopfler, así se debe haber sentido Alberto Fabra después de que su jefe le dedicara esa demostración de cariño. Ya saben, boato a Barberà y vacío al Presi, pese a alguna frasecilla insulsa.

Veamos: Susana Díaz es a Andalucía lo que Alberto Fabra a la CV. Ambos puestos en lugar del que "les" había ganado las elecciones para ellos. Unas elecciones que sus partidos no deberían, en lógica democrática, haber ganado -de hecho el PSOE las perdió, pero no lo bastante- y que sus políticamente moribundos líderes pudieron ganar... porque si llegan a dejar sus cargos a la puerta de las elecciones, y por los motivos que era, el batacazo es enorme. Para los dos.

De modo que ambos sustituyen a sus presidentes, dimitidos por asuntos relacionados con la corrupción que les meten en una difícil vía judicial. Ambos recogen la herencia envenenada -ejem!- y llevan a sus partidos hacia arriba. Pues bien, a ambos les auguraban las encuestas similares resultados: fuerza mayoritaria aunque lejos de la mayoría absoluta. Pues bien, het aquí que Díaz destroza las encuestas y se iza un buen puñado de escaños por encima de las previsiones. El panorama complicadísimo se troca en algo bastante más fácil, entre otras cosas debido al tortazo, aún mayor que el augurado en las encuestas, de su principal rival. ¿Y por qué, se preguntará Fabra, np ha de pasar lo mismo conmigo? Ese puñadito de escaños que no han previsto los sondeos me pueden dejar a un suspiro de la mayoría... incluso sin pactar. Mientras tanto,
 ¡Ja! mi jefe recibe un patadón monumental en las posaderas de su ungido. Al que ha hecho prácticamente el 80% de la campaña. ¿Quién necesita el apoyo del Presidente Nacional? Mal lo veo para aquel, más bien aquella, que se crea YA plan "B", con B de apellido. Ganaré y se quedarán con un palmo de narices.

Naturalmente, hay unos cuantos detallitos que pueden estropear la fiesta. En primer lugar, que lo de "si a los socialistas andaluces les ha ido así, ¿por qué no a nosotros?" se puede argumentar en privado pero no en público -si lo llegan a hacer indicará el nivel de desesperación, se admiten apuestas- porque, y ahí viene a lo gordo, Fabra es de derechas y Díaz de izquierdas. Y es que las encuestas auguraban que, aún con dificultades, Díaz seguiría gobernando.  Lo hará, pero con menos problemas. Fabra, se acerque más o menos a la mayoría, se verá rtodeado de partidos de izquierdas. ¡¡Si hasta Ciudadanos es de Centro-Izquierda, dicen! Y, por más que la CV y Andalucía sean una imagen especular en política, ni lo son del todo ni se puede escapar uno a la tendencia estatal del PP. En Andalucía han pasado de estar delante a estar detrás. Puestos a encontrar paralelismos, también podría pasar esto aquí, ¿no? El PP andaluz ha perdido el 30% de sus escaños. Y ese, mal que le pese, es el espejo en que se debe mirar Fabra, porque además coincide bastante con los sondeos. Así que si se acuesta tarde y recapacita, al MH se le pasará bastante el subidón. Si se va  a la cama prontito, aún lo hará feliz y contento. De todas formas: Rajoy, Moreno, Barberà, Fabra; de los cuatro el último será el que dormirá mejor. Seguro.

sábado, marzo 21, 2015

ELECCIONES EN ANDALUCÍA

Me (les) debía este post, creo yo que incluso desde antes de que se convocaran los comicios autonómicos adelantados en Andalucía. Que me haya esperado -nada menos- hasta la jornada de reflexión no indica más que  mi perrería, en absoluto falta de interés sobre el tema.
Lo cierto es que globalmente ha sido una muy buena jugada del PSOE. Es así. No entro en si es una decisión conjunta entre Díaz y Sánchez -probablemente en su origen sí- porque a estas alturas poco importa.
¿Y por qué digo que es buena jugada? Veamos: no hace falta abundar en lo volátil de las actuales encuestas, el auge de Podemos e incluso -el último grito- de Ciudadanos. Pues bien, en una situación en la que no se cansa la gente de repetir aquello de "la verdadera encuesta son las urnas", el PSOE consigue forzar a todos los contendientes a lanzarse a pecho descubierto y medir de una forma (casi) real las fuerzas de cada uno. Digo "casi" porque hay autonomías como Andalucía, Euskadi y Catalunya que son muy especiales: su gráfico de resultados no es una reproducción a escala del del conjunto de España. Al menos, no simepre.
Vale, podríamos añadir a la lista la CV y sus mayorías absolutas del PP en momentos drifíciles para Génova. Pero no es lo mismo: en Andalucía sólo ha gobernado el PSOE.

Pues bien, aparte del sesgo de esa encuesta -y gracias a él- las elecciones andaluzas sirven para poner sobre el papel unos resultados a los que agarrarse. Con todo a favor: supremacía sobre el PP -novedad repecto a 2011- y unos resultados previstos para Podemos bastante por debajo de la media nacional. ¿Es legítimo que Díaz adelante las elecciones contando aún con mayoría para gobernar? Bueno... legalmente está en su derecho. Y si pierde la confianza de/en IU, la excusa es válida. Por otra parte, la monotemática insistencia del PP, coreado por la casi totalidad de la prensa de "qué feo acortar una legislatura para ganar y postularse a la Moncloa" ni parece que le esté funcionando al partido de Rajoy y Moreno, ni desde el punto de vista informativo parece ajustarse a ninguna realidad, no digamos hechos objetivos.
En esto quisiera hacer un aparte: no me creo la figura creada por la prensa de "Susana Díaz valor emergente, única que gana elecciones, y ahora encima usuaria de trampolín para derribar a Sánchez y lanzarse hacia la presidencia de Gobierno de España". En primer lugar desconfío de los valores emergentes. Me creí Zaplana y me equivoqué. Desconfié de Camps y unos cuantos más... y acerté. Díaz ha repetido mil veces que su objetivo es presidir la Junta. No veo, aparte de especulaciones y voluntarismos -en su 4ª acepción, "wishful thinking"- motivos para pensar lo contrario. Todo ello está basado en una serie de verdades, pero creo que la conclusión es errónea. De ahí que dudo bastante que Sánchez esté particularmente enojado con la decisión de Díaz. Es bastante seguro que ahora no se lleven tan bien como hace un año... pero creo que la decisión les benefica a los dos.

En realidad, la única razón para que Rajoy no haga coincidir -como apuntaban sesudas personas- generales y autonómicas, es que quiere contar con algún resultado fiable antes de lanzarse a las generales. Darse el tortazo en mayo puede -o no- ser igual de malo que dárselo en Noviembre. Pero más vale saber antes la magnitud del mismo, y ver si a resultas de lo que salga, se puede empalustrar un proyecto de grosse koalition, o dios sabe qué, o maniobrar para no darse con los dos icebergs a la vez. Siguiendo con el símil naval, no se sabe la magnitud de ambos icebergs. A lo mejor chocan contra los dos juntos y no pasa nada. Pero chocar con el de mayo y evaluar si está o no en la trayectoria podrá -tal vez- dar algún dato sobre qué demonios hay que hacer con el timón.
Al margen de ello, tanto PSOE como PP arden en deseos de poder decirle a Podemos: "Mira, medís esto". A partir del lunes, Pablo Iglesias llevará un pordentaje pegado a la frente. Y eso sin duda influirá en las elecciones autonómicas del resto del Estado, en Mayo. Susana Díaz ha optado por tirar el dado en el momento y la ocasión en la que más le favorece, tanto respecto al PP como a Podemos. A ella y a Pedro Sánchez. Y Rajoy se ha quedado fuera de juego.

lunes, marzo 09, 2015

EL BOTÓN DE TIBBETS

Prometía hace siglos definirles lo que era "El botón de Tibbets". Procedo a ello, aunque desde entonces se hayan multiplicado.


 Larry Keating y Robert Taylor en un fotograma de "Above and Beyond"
Desde pequeñito era aficionado al cine bélico; "películas de guerra", entonces. Entre otras muchas, se me quedó bastante grabada una escena que paso a describirles. Un alto mando de la USAF propone a otro oficial, de menor rango:
-Coronel, si pudiera salvar varios millones (no recuerdo la cifra exacta) de vidas pulsando este botón, ¿lo haría? -mientras le ofrecía un interruptor de esos de pera que se usaban en los cuarenta y cincuenta.
El coronel, tras mirarlo algo escamado (como atestigua el fotograma) y sin saber en realidad a qué disyuntiva se enfrentaba (hubiera estado, espero, mucho más escamado), a continuación respondía, resuelto, con sonrisa de Robert Taylor:
-¡Por supuesto! Claro que sí.
La película trataba la figura del Coronel Tibbets, como sabrán, el que pilotó el lanzamiento de la primera bomba atómica sobre Hiroshima. Eso lo recordaba bien. Aunque con imdb, la cinefilia de recuerdo inmediato ya no puntúa; así que una rápida búsqueda nos confirma que el film se llama "Above and beyond", es decir, "Arriba y más allá", traducida extrañamente como "El gran secreto" en España. También nos cuenta que se trata de un panegírico bastante acrítico, cosa que por cierto no se me quedó particularmente grabada.
Más allá de la ética y la moralidad de la torticera oferta -si echamos una bomba y matamos a 200.000 evitaremos que mueran tres millones- y de la contundencia del método para obtener algo -que difiere infinitamente del tema con el que vamos a enlazar- creo que lo que más se me quedó es ese poder concentrado en un momento, en una simple acción. Ese "puedes hacer esto si te da la gana con sólo apretar un botón: ¿cuál es tu decisión".
Aunque afortunadamente no decidimos -en realidad, Tibbets tampoco- si usamos armamento nuclear para resolver asuntos, creo que más de una vez habremos dicho, sobre una decisión en particular, aquello de "si apretando un botón...". Es la prueba indiscutible sobre si quieres que salga A o B. La decisión, desnuda, seca, limpia, sin entrar en los mecanismos, y de alguna forma sin pensar en los sacrificios que nos va a costar. Es el test definitivo. Redúcelo a "si apretando un botón, pudieras... " y se verá qué es lo que realmente deseas.
Lo que ocurre es que pocos tienen esa opción. Y no hablo ya de una alternativa tan dramática, de proporciones deísticas, como decidir cómo, con cuántos y cuáles muertos termina una guerra mundial -insisto, quedémonos sólo con el poder de influencia en algo que nos supera en proporción- sino de simplemente tener un poder de influencia en algo que afectará al devenir diario de millones de personas, sin necesidad de atomizarlas, claro. Normalmente tenemos poder de decisión con cosas que mantienen un factor de escala similar al nuestro. De ahí para abajo; y con ello, a menor tamaño, generalmente mayor libertad para apretar el botón. Pero sí hay personas poderosas que sin llegar a ser gobernantes tienen una capacidad de influencia grande... precisamente propiciando -o no- que este o aquel gobernante llegue a, o permanezca en el poder.
Conservar a los lectores -en adelante entiéndase en sentido amplio e incluyan audiencia, espectadores, etc-, comunicarles ciertos contenidos y valores, influirles, contentarles, darles "entre col y col, lechuga"; satisfacer a los patrocinadores privados, seducirlos, atraer a los que no lo son, acostumbrarles a que la linea editorial no la van a marcar ellos -o no siempre-; hacer otro tanto con los jugosos patrocinadores públicos, mantener la imagen y la personalidad de tu medio, mantener la coherencia, rectificar cuando se yerra, darle estopa a los políticos que no son de la cuerda propia, e incluso a veces contar pura y simplemente lo que ocurre sin más, con la mayor objetividad y con los grados de énfais y exposición proporcionales a su importancia.
Todo eso es ejercer la responsabilidad de dirigir un medio. La mayoría de las cosas parecen poco lucidas. Lo son. Y es que las conductas inadecuadas del ser humano adoptan miles de formas, y la honestidad sin embargo se define con pocas palabras.  Habrá medios que sólo hagan lo bueno de la lista -enhorabuena!- y habrá otros que se concentran especialmente en el resto. También aquí habrá 50 matices de gris. En todo ello, sin embargo, incluso en la vertiente más honesta objetiva y veraz, figura un claro ejemplo de "el botón de Tibbets". Por conveniencia, obligación, convicción, necesidad, un director  acaba -especialmente a las puertas de unas elecciones- planteando la estrategia general del medio que dirige en función de la consigna general "vamos con este". O "con esta". Felicidades sinceras al que decida contar lo que ocurre independientemente de a quién contente o soliviante. Los ha habido, los hay y los habrá. En cuanto a los que no resisten la tentación de apretar el botón para que siga el que está -o la que está- o el que hayan designado para sucederle, o bien para que se vaya el que está y llegue aquel o aquella, pues bueno. Forma parte de la estructura de trincheras a la que hemos estado acostumbrados. Los poderes tienen sus respectivos coros e incluso cuando flaquean de un lado, la situación se desequilibra más. La subjetividad extrema está reñida con la democracia, pero cuando además es asimétrica, es peor todavía.
Se acerca un auténtico lote de elecciones que van a ser distintas a lo que hemos visto hasta ahora. Ojo, tampoco tan distintas: se va a votar y los gobiernos saldrán de lo que se vote. Como siempre. La diferencia es que la claridad con que se definían las opciones -dos- del botón de Tibbets se ha esfumado. He olvidado antes decir que un medio no tiene un mando a distancia  de estos de la tele por cable. Más bien tiene un A/B, un ON/OFF. La limitación de las opciones está heredada del pobrusón sistema del que el medio forma parte y a cuyo mantenimiento contribuye. No puedes conseguir ni que el partido A obtenga todos los escaños -aunque a veces se ha soñado con despótica chulería con la mayoróa cualificada, ¡qué tiempos!- ni mucho menos que el partido D, acostumbrado a porcentajes de un dígito, obtenga mayoría simple. No. Estás en el engranaje para lo que estás y tus opciones se limitan a apoyar al que manda, o a lo sumo apuntarse a una operación para cambiar lo que hay por algo más o menos similar. Ni que decir tiene que existe la valiente opción de no darle al botón pese a los descontentos que puedas generar. 
Hasta ahora era fácil encasillar a este y al de más allá: este apoyará a Fulanito, este lo hará con la nariz tapada, este a Menganito, el otro hará como que apoya a Menganito, aquel mirará para otro lado de forma calculada...
La situación es tan incierta que ya no compensa ni apoyar a lo de siempre porque igual cae, ni es seguro apoyar a lo que pueda venir porque aún no está clara su configuración. Así que, bastante en contradicción con el sistema en sí, los botones de Tibbets son variados. Ya entraremos con más detalles en su momento en los apoyos -objetivos, de corazón o de cartera- que se ven venir. Pero en todo caso, ya sabrán lo que quiero decir cuando hable del botón de Tibbets...

viernes, marzo 06, 2015

LA CONFIRMACIÓN. EL BALANCE

Confirmación y balance.
Ayer con nocturnidad y sin demasiada alevosía (Rajoy es demasiado inerte para añadir esa agravante) se confirmaba, por teléfono y sin publicidad, sin un mal corte de audio del factotum -no digamos ya de video- que echarle a los telediarios -para dar protagonismo a los candidatos, dirá alguno con cinismo- y después de que el comité regional designara a los candidatos -en lo que muchos temieron pudiera ser otro salto al vacío, otro ridículo espantoso-, ayer, digo... ¡no puedo creer que lo vaya a escribir! ayer.... se confirmaron las candidaturas de Fabra y Barberá! Chan ta-ta-chaaaaaaaan!!!!!!
 
No voy a entrar en las valoraciones de los diferentes medios. Bueno, no entro a valorarlas, sólo las cito. Un diario hace cierto hincapié en el toque de atención sobre la elaboración de listas, otro hace algo más de hincapié resltando la merma de poder, un tercero se muestra bastante comedido y destaca el llamamiento al cierre de filas, y el cuarto que sigo hace una -excesiva a mi jucio- valoración muy positiva entroncando con un supuesto respaldo, cuando no premio a la famosa política de lineas rojas.
 
Me engancho a esta última interpretación para hacer una somera valoración, un balance, de las "cuestiones" que han caracterizado la legislatura de Fabra. Empiezo por discrepar del supuesto entusiasmo de Rajoy por las lineas rojas y acaso cualquiera de las -pocas más- medidas tomadas por Fabra. Para empezar, Rajoy entusiasta es un oxímoron de libro. Pero es que dejar la confirmación de un(os) candidato(s) para el último momento, por teléfono, en voz de Cospedal -otra presidenta/candidata autonómica, ojo- y ni siquiera en persona, y despeués de varios episodios chuscos relacionados con la designación... hay que hacer un gran esfuerzo de imaginación para ver en ello un enérgico respaldo.
 
Por otra parte, merece un comentario aparte la política de lineas rojas. Creo que ya lo he dicho en otra ocasión, pero es que "limpiar" el grupo parlamentario ha sido lo que aquí se llama "L' obra la Seu". ¿Cómo se puede valorar positivamente que quitarse 11 imputados de 50 y algo diputados, te cueste más de tres años? ¡Prácticamente toda la legislatura! Bien, se dirá que se ha obrado con especial prudencia para no perder la mayoría que permitiera -ejem!- aprobar las magníficas reformas que han caracterizado esta activa y dinámica legislatura. Porque, eso sí: aunque con muchos de los diimputados había tensos tira-y-afloja, todos se comportaron con lanar disciplina aprobando leyes de las que el cierre de RTVV es el ejemplo más clamoroso. ¿Puede estar Fabra de haber aprobado esas leyes con el apoyo de los imputados? ¿Valen para formar mayorías pero no para estar en el escaño, ya que se estaba intentando echarlos? Cierto es que las ofertas de "estabilidad institucional" de Alarte primero y, creo, Puig después, se pueden poner, todo lo que se quiera, en cuarentena. Pero, de verdad, con una mayoría amplia ¿no se podía echar a alguno de los imputados recalcitrantes de forma ejemplar? El único caso es Blasco y todos sabemos que fue a raíz de salr rajando del PPCV en una TDT.
 
Y ojo: en la inmensa mayoría de los casos, los abandonos de escaño han coincicido con el momento procesal idóneo para resetear el proceso al cambiar de tribunal. Es más, la cota "imputados cero" se ha alcanzado prácticamente al final de la legislatura, lo que dice poco de Fabra: realmente cree que es la obra cumbre de su legislatura.
 
Honestamente, veo muy poco positivo en esta legislatura. No veo esa ruptura con las políticas del pasado. Las críticas nunca han supuesto una asunción, como partido, de los errores. Más bien daba Fabra y su entorno la sensación de que hasta julio del 2010 aquí gobernaran los Tories, el PAR, o el Partido contra el Frío de Salvador. Y las críticas a menudo incluían un "entonces sí parecía adecuado hacer eso". Y las consecuencias de 20 años de desmanes: pérdida de sistema financiero, de nuestra televisión, y de tantas otras cosas... los cuatro últimós años no han hecho sino remachar el trabajo.
 
Fabra ha sido un administrador concursal del desastre, poniendo tiritas aquí y allá, sin estridencias propias, pero sin la más mínima censura a las estridencias ajenas... pero de dentro del partido. Un liquidador similar a los que no se acaban de aclarar con RTVV. Con los que además comparte esa falta de claridad de ideas. Si la misión era amortiguar la caída y atender a los afectados por el costalazo que se avecina, me temo que ni en eso habrá éxito. ¿Se acuerdan del primer episodio de "LOST" (Perdidos), con el atribulado pero eficiente doctor Jack atendiendo heridos y organizando el cotarro? Pues no se esperen nada que se parezca. Y no dirán que no les he avisado.
Un saludo desde la charca.